Italia y España protagonizan hoy en Udine un atractivo amistoso entre dos de las candidatas al título de la próxima Eurocopa de Francia y finalistas de la pasada edición del torneo, cuando el combinado dirigido por Vicente del Bosque se impuso por 4-0 en un mayúsculo partido.

La recta final hacia un nuevo reto de la Roja, que persigue su tercer título continental consecutivo, se inicia en Udine con la principal novedad en el conjunto español de Aritz Aduriz, que a sus 35 años regresa a la selección de la mano de su magnífica campaña con el Athletic: 31 goles entre Liga (17), Liga Europa (8), Supercopa de España (4) y Copa del Rey (2). Con Morata y Alcácer con el puesto asegurado, todo parece destinado a un pulso entre Diego Costa y Aduriz en la plaza de tercer punta para Francia.

Las bajas de Busquets, por una luxación en un dedo, e Iniesta, con problemas musculares, abren posibilidades de prueba. Puede partir Del Bosque con un sustituto natural en la zona de medio centro destructivo, San José, o arrancar con Koke. Tampoco estará por lesión el asturiano Santi Cazorla, habitual variante del seleccionador. Su baja abre la puerta a la ganancia de confianza de Thiago Alcántara, mientras el asturiano Juan Mata, autor del cuarto gol de aquella final de Kiev ante los italianos hace cuatro años, iniciará el choque en el banquillo. Parecen fijos en el once Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba, Cesc, Silva, Pedro y Morata. En la portería de nuevo un Iker Casillas necesitado de buenas actuaciones que frenen el debate con De Gea y le afiancen como titular en la Eurocopa.

El seleccionador italiano, Antonio Conte, afronta por su parte el choque con numerosas bajas y tendrá que reinventar el equipo pues tiene las bajas de los defensas Barzagli y Chiellini; los centrocampistas Verratti, De Rossi y Marchisio. Así, Conte podría optar por una línea de tres defensas, con Darmian, Bonucci y Astori por delante de Buffon; una línea medular con Thiago Motta, que vuelve tras dos años de ausencia, y Parolo en el doble pivote, con Florenzi y Antonelli en los carriles, y un tridente ofensivo con Pellé, Eder y El Shaarawy.