Los mil quinientos euros de sanción a Abelardo por la ya histórica rueda de prensa de Granada son los mejor invertidos por el Sporting desde tiempo inmemorial. No se ha caracterizado el club rojiblanco, ahora sociedad anónima deportiva, por el acierto en sus inversiones y gastos, con las excepciones de todos conocidas, pero se puede asegurar que los mil quinientos euros de sanción al entrenador son los mejor gastados o invertidos, que no es lo mismo, de la centenaria historia del club. Aquella noche inolvidable, Abelardo habló por todos los seguidores rojiblancos, indignados por el expolio arbitral protagonizado por un ciudadano de la troupe de Sánchez Arminio de cuyo nombre no merece la pena acordarse. Benditos mil quinientos euros, bendito el gran timonel, que dijo lo que tenía que decir, y quizá se quedó corto.
La jornada europea, por lo demás, deja amplias enseñanzas para lo que le queda de Liga al Sporting. La primera, la cita de Felipe II que quizá sin querer le hizo Keylor Navas a Cristiano Ronaldo antes de la falta que valió el tercer gol del Real Madrid, el de la remontada, el que consumó la hazaña del enorme goleador portugués. Como el rey español a su secretario, "vísteme despacio que tengo prisa", el portero le dijo al goleador: "Corre despacio y golpea la pelota como sabes". Y Cristiano, que relató la conversación, le hizo caso: atacó el balón despacio y pegó tan bien que se coló entre dos defensas alemanes que dejaron el hueco justo para que el cuero se fuera hacia la red. Remontada concluida.
El consejo le viene de perlas a un Sporting que, casi nada, tiene que ganar en el Estadio de Gran Canaria, donde corren ríos de euforia tras la impresionante racha que se están marcando los de Quique Setién. El Sporting ha de afrontar el partido de pasado mañana sin prisas; es decir, sin angustias, pero ha de golpear el balón con sapiencia para no perderlo y para meterlo en la portería de Javi Varas, un guardameta trotamundos porque ha recorrido numerosos equipos de Primera. Dos horas y cuarto antes de que comience el partido en la isla de la Macaronesia, dará comienzo el encuentro de Getafe en el que va a debutar Esnáider ante el Real Madrid, del que no se sabe cómo llegará: en modo persecución o en modo caraja, que diría JB.
Si en el partido del martes pasó lo que tenía que pasar, en el de anoche sucedió otro tanto de lo mismo. Mañana en el sorteo europeo estarán los mejores del continente y tras él seguro que volverán las historietas de las bolas calientes y las bolas frías, que suele proceder de quienes sienten envidia de algún que otro rival. Es impresionante la forma en la que el fútbol de alta competición quema etapas: hoy, partidos de la Europa Liga, con presencia del gran Marcelino; mañana, sorteo europeo, con semifinales de la Liga de Campeones; el sábado, vuelta a la Liga, con el nuevo partido clave para un Sporting que se niega, con razón, a tirar la toalla. El fútbol no para, para felicidad de tantos aficionados que no pierden detalle y que, por lo visto, la temporada que viene van a tener que seguir las andanzas del Leicester de Ranieri, el entrenador que siempre vuelve. El próximo campeón de la Liga inglesa es una cosa y el Málaga o Betis, otra. Si pregunto, ¿molesto?: ¿qué jugador del Sporting se va al Málaga el verano que viene? Ése, el mismo que viste y calza.
