El derbi comarcal entre el Real Avilés y el Marino de Luanco en el Suárez Puerta fue como los dos equipos esperaban, igualado y reñido. Sin embargo, ninguno de los jugadores se imaginaba que nadie vería portería, como finalmente ocurrió. El conjunto blanquiazul dejó más sensación de peligro, más juego y más oportunidades que su rival, al que le costó encontrar su sitio en el campo, pero, pese a que Álex García estrelló dos veces el balón contra el larguero y Jorge Rodríguez también hizo de las suyas, el marcador no se movió.

Al final, el empate tampoco les vino mal. Al Avilés, que jugó bien y ya mira al play-off, no le afecta en demasía y el Marino tampoco pareció disgustado con el punto a domicilio, que le permite continuar en la lucha pese a perder la cuarta posición de la tabla.

El Marino de Luanco no quiso hablar de fase de ascenso durante la semana y tal vez se haya notado en el campo, porque durante el primer tiempo sufrió y apenas inquietó al rival, pese a necesitar más los tres puntos. El técnico del Avilés Pablo Lago comenzó con las pruebas para el play-off, como él mismo confesó tras el encuentro, aunque no se olvidó del rival. Optó por un sistema diferente, con tres centrales, pero con un carrilero, el derecho, y un extremo, el izquierdo. Y parece que le funcionó, porque el Marino no estuvo cómodo.

El conjunto local llevó la iniciativa en el juego y los luanquinos se tuvieron que limitar a mantener una defensa contundente. El Avilés logró con cierta facilidad romper esa barrera marinista, pero la pelota se negó a entrar. Álex García tuvo la oportunidad más clara del primer tiempo para haber adelantado a los blanquiazules. Una bonita jugada colectiva del Avilés, que culminó en una pared con Jorge Rodríguez y Álex García, que lanzó un potente disparó contra la madera.

A partir de ahí, las ocasiones blanquiazules llegaron con más asiduidad y la grada volvió a gritar el "¡uy!" un minuto antes de llegar al descanso, en un pase de Luismi que iba a directo a Jorge Rodríguez que avanzaba hacia la bola, aunque la defensa marinista llegó una milésima antes.

La segunda mitad siguió los mismos derroteros. Con el Avilés ofreciendo un poco más que el Marino, que esperaba replegado su oportunidad. Eso sí, en el segundo tiempo la espera de los azulones fue dando sus frutos poco a poco, como a los diez minutos de juego cuando Capelete obligó a intervenir al meta blanquiazul Guillermo. El Marino fue entrando cada vez más, pero el Real Avilés siguió teniendo sus ocasiones. De nuevo, la más clara del segundo tiempo llegó de las botas de Álex García, al que se le notó un exceso de ganas. El delantero botó una falta desde la esquina del área y golpeó directamente en el larguero, en el minuto 69.

Si en la primera mitad el lanzamiento a la madera había dado confianza al Avilés, en el segundo tiempo sirvió de revulsivo al Marino. A partir de ese momento, el partido se rompió y uno y otro bando tuvieron sus ocasiones para haber cambiado el resultado. La diferencia fue que el Marino se lanzó a por la victoria con un poco más de ahínco. En el tiempo añadido llegó la última ocasión, esta vez para los visitantes: primero Ricky y luego Omar Sampedro, en la misma jugada, estrellaron el balón contra la defensa blanquiazul en su búsqueda de la portería.

Hay costumbre de sacar la parte positiva a cada choque, y ayer, puede ser que los dos equipos de la comarca lograron dejar su portería a cero, algo que puede servir de mucho en una eliminatoria. El Avilés lo podrá utilizar seguro en la fase de ascenso, pero al Marino se le ha hecho un poco más complicado. Después de lograr acceder a la cuarta plaza la semana pasada, cae tras esta jornada a la sexta, a dos puntos del Tuilla que ocupa ahora la posición de privilegio. En la lucha por decidir los tres primeros puestos, el Avilés se queda a tres puntos del Langreo, que no falló, como tampoco lo hizo el líder, el Caudal.