"Una vez finalizado el partido, hallándonos en el terreno de juego, el jugador del Llanes B Eros González se dirige hacia mí corriendo y me golpea en la espalda al tiempo que grita: 'Te voy a matar, hijo de la gran puta'". Así describe el acta arbitral del encuentro Llanes B-Asturias (1-3) de Primera Regional, redactado por el árbitro gijonés Daniel Almeida Valles. El colegiado completa la documentación con la denuncia presentada en el cuartelillo de la Guardia Civil de Llanes contra el jugador al que ha identificado por su dorsal, el número 23, así como los informes médicos del centro de salud de Llanes, al que fue trasladado por la Policía Local, y del Hospital de Cabueñes, al que acudió posteriormente al no remitirle los dolores. "Como consecuencia del golpe caí al suelo, donde estuve unos quince segundos sin poder moverme, mientras este jugador seguía gritando: 'encima fingiendo, hijo de puta'. Tuvo que ser apartado por otros jugadores para evitar que volviera a golpearme", continúa el acta.

El caso escandaliza aún más al tratarse de un árbitro joven, de apenas 21 años. El presunto agresor, que ya había sido amonestado por protestar en el minuto 80 del choque, cuenta con 25. Los hechos, según la versión del árbitro, se habrían desencadenado una vez pitado el final del encuentro, que deja al Llanes B en una situación deportiva comprometida. Mientras Diego Almeida esperaba a que los futbolistas se retirasen a los vestuarios, Eros González presuntamente le habría atacado por la espalda propinándole un puñetazo en la zona lumbar. La consecuencia fue que el árbitro cayo al suelo. Tras ser apartado al presunto agresor por otros jugadores y técnicos, el árbitro logró ganar los vestuarios, desde donde reclamó la presencia de la Policía Local, que le acompañó al centro de salud de Llanes.

El informe médico de atención urgente realizado en el centro de salud de Llanes por el servicio médico de guardia recoge unas "erosiones en forma de dedos en la región dorsal derecha y un eritema en la región dorsal izquierda con molestias en la palpación". También se hace eco de otras contusiones. La Policía Local le acompaña también hasta el cuartelillo de la Guardia Civil de Llanes, donde presenta la correspondiente denuncia a la que aporta el informe médico elaborado en el centro de salud.

Daniel Almeida regresa a su domicilio en Gijón, pero las molestias no remiten y decide acudir al servicio de urgencias del Hospital de Cabueñes. La exploración física revela un "dolor a palpación a nivel de apófisis cervicales bajas y dorsales medias. Dolor a palpación en trapecio superior izquierdo. Movimiento de lateralización izquierda doloroso" y el diagnóstico es "contusión dorsal y cervical con contractura muscular". Es la peor imagen del fútbol.