La vigésimo tercera edición de la Vuelta al Concejo de Gijón en BTT se celebró ayer sin incidencia reseñable alguna. Al contrario que lo que sucedió el pasado año en el calor fue una dificultad más, ayer los 300 participantes entre corredores y auxiliares partieron de Las Mestas a las 9 de la mañana bajo una ligera llovizna y una temperatura que animaba a pedalear. La lluvia arreció a lo largo de la mañana lo que acabó empapando a los ciclistas.

Como en las ediciones anteriores esta Vuelta al Concejo de Gijón está organizada por el Patronato Deportivo Municipal y el club Rey Pelayo, encargados, primero de señalizar el recorrido y luego de las tareas de abastecimiento y control de la carrera. El recorrido es exigente tanto por la distancia, casi 80 kilómetros como por alguno de los tramos por los que transcurre el circuito con cuestas bastante duras. El recorrido tiene dos partes bien diferenciadas ya que la primera mitad es donde se acumulan la mayor parte de cuestas para a partir del kilómetro 45 aproximadamente volverse mucho más suave aunque siempre con constantes subidas y bajadas. Los ciclistas pasaron por La Ñora, Monte Deva, Cabaña del Marqués, Picu Fario, Peña Ferruz, Veranes, Embalse de San Andrés de los Tacones, Monte Areo para volver a Gijón y tras un tramo urbano finalizar de nuevo en Las Mestas pasadas las seis y media de la tarde.

El Noega fue quien más corredores aportó mientras que Manuel Longo con 70 años y Andrea di Marco de 43 fueron los ciclistas, hombre y mujer, más veteranos.