Cristiano Ronaldo ya tiene a Portugal donde quería, en la final de una Eurocopa que se acaba y que no ha mostrado al mundo equipos excelsos. Pero el astro portugués estará diciendo aquello que se dice aquí de los apuntes y las preguntas de la rula. Un cabezazo excelso y un balón al área para que el nuevo valencianista, Nani, sentenciara fueron los grandes méritos del goleador. Superó a su compañero Bale, a quien despidió con cariño en imágenes que alejan cualquier mal rollo entre las dos principales estrellas del florentinato blanco.

Los goles marcados o propiciados por Cristiano Ronaldo traen a colación, siempre con el debido respeto y guardando todas las distancias que haya que guardar, la frase del director deportivo rojiblanco, Nico Rodríguez, en el sentido de que el gol hay que pagarlo. Y tanto. El gol es lo que distingue a un equipo de otro, sobre todo en la zona que ocupa el Sporting del gran timonel. Sin embargo, que se sepa, el verano pasado el Sporting incorporó gol a coste cero, que se dice ahora; sin pagar un duro, que se decía antes. Resulta que el Anfield del Piles vuelve a su vieja costumbre de formar futbolistas que luego disfrutan otros. Fueron los casos de los yogurines, denominación de origen del llorado Laureano Tuero, y los más recientes de Sanabria y Halilovic. El primero, por lo que cuentan, se va al Betis, previo pago de traspaso a la Roma. El segundo espera alguna operación de un Barcelona conmocionado por la condena a los Messi. Una cesión a Gijón y los jóvenes entran por la puerta grande del mercado. A ver si se repite la historia con Burgui.

Claro que, damas y caballeros, señoras y señores diputados, fichar jugadores libres está muy bien, como lo estará acertar con el goleador al que haya que pagar por sus derechos federativos, pero esos árboles no han de impedir ver en toda su plenitud el bosque. El bosque rojiblanco se llama Jorge Meré, al que convendría convencer con un nuevo contrato que garantice su continuidad con la camisola rojiblanca y que evite otra marcha gratuita de un canterano. Los responsables rojiblancos han de tener tiempo para todo, para fichar y para renovar los contratos susceptibles de ser renovados. La renovación de Jorge Meré ha de ser el gran objetivo del verano rojiblanco.

Las vacaciones de los profesionales del Sporting llegan a su último fin de semana, el último finde en el lenguaje de la penúltima hora. La plantilla va a aparecer con novedades, aunque falten otras tantas entre las que han de estar los jugadores capaces de hacer goles, los goles de la confirmación. Previo pago, por lo que cuentan. Lo que va de un verano a otro.

La realidad nos dice que la Eurocopa tapa los movimientos de tropas que se esperan a la vista del crecimiento de los ingresos televisivos. En España y en Inglaterra, más allá del "Brexit" y de las pintorescas amenazas de Mourinho. El final de la Eurocopa animará sin duda el parado mercado.

Con parálisis o sin ella, las buenas costumbres han de ser mantenidas; por eso, si pregunto, ¿molesto?: Esuperio, ¿por qué no te mojas y despiertas de una vez esa especie de fiera que llevas dentro, muy dentro?