La Asamblea General de la Federación Asturiana de Fútbol aprobó ayer sin oposición todos los puntos del orden del día en una reunión en la que la mayor parte del tiempo se empleó en debatir y finalmente rechazar varias propuestas del Marino de Luanco todas ellas sobre el fútbol base. Previamente los asambleistas dieron su visto bueno al balance económico correspondiente al pasado año que arrojó superávit por vigésimo segundo año consecutivo, en este caso de 2.703,97 euros, y el presupuesto para el presente que asciende a 1.947.100 euros. Asistieron un total de 117 asambleistas.

En su breve intervención el presidente Maximino Martínez destacó como hechos más importantes de 2015, además de la celebración del Centenario de la Federación Asturiana, la apertura de una sede de la Mutualidad en Avilés. Maximino Martínez también recordó cómo se habían cumplido algunas de las propuestas realizadas ante la administración del estado o la autonómica en especial la consecución del reparto de un 2 por ciento del dinero de televisión lo que en palabras del propio Martínez "supone 5.000 millones de pesetas para el fútbol base de toda España con una duración de tres años".

Entre los puntos aprobados sin oposición está una modificación del artículo 127 del Reglamento Orgánico de la Federación que hace alusión a los requisitos para formalizar la afiliación de técnicos con titulación federativa o con titulación académica superior. Este punto ha sido denunciado como ilegal por parte del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE), que ayer mismo remitió un escrito a la Dirección General de Deportes advirtiendo que es contrario " al artículo 55 de la Ley del deporte de 1990 en la que especifica que las Federaciones deben aceptar las titulaciones expedidas por los centros legalmente reconocidos, pretendiendo dejar sin autorización alguna, el trabajo de los funcionarios de la administración pública relacionada con esta materia y desautorizando el poder administrativo de la Consejería y direcciones generales de Deportes y Educación".

La asamblea finalmente no dio su visto bueno a varias propuestas del Marino de Luanco. La primera pretendía que un futbolista que juega cinco partidos en una categoría superior a la que tiene ficha no pueda volver a la anterior. Los presentes la rechazaron aduciendo que eso cortaría el progreso de los jugadores. También rechazaron limitar el número de equipos por club y categoría a tres de benjamín a alevín y de dos de infantil a juvenil. Se rechazó a su vez que no puedan estar dos equipos del mismo club en el mismo grupo en una categoría ya que se hace de esta manera para abaratar los costes de los viajes y por último se rechazó, también por inviabilidad económica, que en todas las categorías de fútbol sala se tuviera que jugar a cubierto.

El momento más tenso se produjo tras una inadecuada salida de tono del presidente del Comité de Árbitros José Manuel Suárez a una intervención del presidente del Astur Vegadense Sabino Suárez que fue recriminada por muchos de los presentes y por la que el propio Sabino Suárez pidió su inmediato cese.