La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antón Caldevilla, "El cuatro" | Presidente de la Sociedad de Pescadores "El Esmerillón"

"Establecer cupos es una vergüenza"

"Hay que regular los ríos, abrir antes la temporada y cerrar más tarde"

Antón Caldevilla.

-Eso de "El Cuatro"?

-Ya me lo preguntaron cientos de veces y no sé el motivo. A mi abuelo paterno, al que apenas conocí, le llamaban Blas "El Cuatro". No sé si era el mote de la familia o un apellido. En el trabajo tenía un compañero que se apellidaba "El Tres". Allí estábamos "El Tres" y "El Cuatro".

Francisco Antonio Caldevilla Pérez, Antón "El Cuatro", es uno de los personajes más conocidos y polémicos del mundo de la pesca en Asturias. Es casi el eterno presidente de la Sociedad "El Esmerillón", con sede en Arriondas, en cuyo cargo lleva casi 25 años. Creada en 1990 por un grupo de ochenta pescadores que no estaban de acuerdo con la única asociación que existía, "La Asturiana", nació con polémica y así se mantiene. Actualmente tiene unos 1.400 socios. Antón nació 17 de marzo de 1949 en Vega de los Caseros, del concejo de Parres, aunque muy pronto se fue a vivir a Cangas de Onís. Tras los estudios primarios empezó a trabajar en la construcción y se fue un año a Bruselas. Volvió al Servicio Militar, hizo oposiciones y entró en Fomento donde permaneció 40 años hasta su jubilación. Está viudo, es padre de tres hijas y varios nietos. Uno de ellos, Daniel del Valle Capdevilla, es un popular pescador y deportista en varias actividades. Una vida de película.

-¿Y a usted cómo se le ocurrió meterse en esto de la pesca?

-Fue casi de casualidad. A los 11 años. Recuerdo que después de salir de la escuela iba con un amigo, Mario Merayo Sierra, a ver un "ñeru" de pega y regresaban del río unos pescadores. Me dejó un vecino su caña. No podía con ella y eso que medía unos 5,40 metros. Me acuerdo que nos acercamos hasta el pozo Rabión El Carneru y enseguida picó un salmón. Tuvo que cogerme la caña un tío de mi amigo, Roberto Sierra. El salmón pesaba 5,100 kilos. Cuando llegué con él a casa me dijeron que era como si nos hubiera tocado la lotería, que valía más que un xatu.

-¿Su padre ya pescaba?

-Sí, pero era bastante malo. Se dedicaba sobre todo a truchas y reos. Yo mi fijaba en Manolo "El Molineru" y Ramonín "El de Bobe", que eran las figuras.

-En aquella época no había cupos.

- Pescar 40 salmones al año de aquella era normal. Este año, como es habitual, igual que mi nieto, sacamos el cupo y luego tuvimos que estar semanas sin pescar. Los cupos son una vergüenza ajena. La vergüenza más grande que hay en este país. Que te dejen seguir en lo libre. Me parece absurdo que te cobren un coto sin muerte para no poder pescar.

-La polémica le persigue.

-Yo hablo claro. Me critican en las redes, presenté demandas, tuve juicios, pero yo digo lo que pienso.

-¿Qué le pareció la temporada?

-En el Sella, bien, y en el resto, normal. Hay gran cantidad de salmones. Se ven muchos en Ribadesella. No pueden subir. Yo vi el otro día bandadas de 40 o 50. Cuando se haga el muestreo en setiembre se verá que hay muchísimos.

-¿Y está de acuerdo con la duración?

-No. Hay que regular los ríos. La temporada hay que abrirla antes y cerrarla más tarde. Y acabar con la pesca sin muerte. Mata muchos más salmones un pescador que actúa en la época sin muerte que los que lo hacen cuando se levanta la veda. Ya vi varios salmones muertos en el río.

-¿Excesivo trabajo para la guardería?

-La guardería cumple. Siempre están dispuestos. Pero ellos no pueden hacer más y los ríos están mal cuidados. Los colectores mejoraron mucho los caudales pero el otro día vi en la zona media del Sella un tramo lechoso, contaminado, que no sé de donde salía. Nosotros repoblamos con 150.000 alevines, desbrozamos, limpiamos los senderos. Estamos haciendo el trabajo a la Administración? y luego somos los perseguidos. Contratamos una empresa que nos cobra 12.000 euros al año y ponen dificultades para darnos los permisos.

-No está de acuerdo con que esté prohibida la venta del salmón.

-Si se puede vender el campanu ¿por qué no se pueden vender los que se pescan a lo largo de la temporada? Hay pescadores que les vendría bien el dinero. Claro que siempre hay encargos de salmones y la picaresca no se rinde.

-¿El futuro del salmón está asegurado?

-Por supuesto, y la administración lo sabe. Lo confirmaremos en el muestreo de septiembre. El salmón está aguantando muy bien. Entraron muchos a desovar a los afluentes.

Compartir el artículo

stats