Los responsables del Museo Fernando Alonso aprovecharon ayer el día de descanso de La Vuelta para invitar a personalidades y medios de comunicación que siguen la prueba ciclista a conocer las instalaciones y el circuito de karts del bicampeón del mundo de F1. Conocida la vinculación del piloto asturiano con el mundo de la bicicleta, a la cita tampoco faltó el director general, Javier Guillén, que hizo balance de los primeros 10 días de la carrera.

-¿Cómo ve la carrera tras el primer bloque de etapas?

-La verdad es que más allá de cuestiones no deportivas la carrera está donde queríamos que estuviera. Está competida y con los mejores adelante. Más no se puede pedir.

-¿Qué espera de las próximas etapas?

-El resto de etapas que nos quedan van a seguir teniendo interés deportivo y habrá incertidumbre porque La Vuelta no está, ni mucho menos, decidida. Ya lo decía ayer (por el lunes) Nairo Quintana, que el necesita más tiempo para la contrarreloj. Froome tiene que estar con la moral reforzada por la remontada que protagonizó. Valverde es un extraterrestre vestido de ciclista porque es alucinante lo que hace, y tanto Chaves como Contador, que van más distanciados, son dos corredores combativos y con ninguno de los dos, especialmente con Contador, me despistaría. Porque en cuanto recupere un poco Alberto es el más competitivo y lo va a intentar.

-¿Qué balance hace de las etapas en Asturias?

-Extraordinario. Los datos están ahí. Las dos etapas más vistas de La Vuelta han sido las dos asturianas. De ellas, una tuvo 1.500.000 espectadores y la del lunes, que ganó la franja horaria, llegó a 1.8000.000. En total, 3,3 millones en dos días.

-¿Qué significa Asturias para La Vuelta?

-Asturias es un referente porque hay razones para ello. Cuando Asturias es un talismán, es porque año a año nos demuestra que las cosas funcionan y por lo tanto, La Vuelta, lo que tiene que hacer es seguir apostando por Asturias y esperar y desear que Asturias siga apostando también por nosotros.

-Se vio mucho público en la carretera los dos días.

-Sí. El día de Oviedo vimos mucha gente. No sólo en el Naranco, también repartido por todo el recorrido. Y la de ayer (por el lunes) es la vez que más gente he visto en los Lagos. A eso hay que sumar que el espectáculo deportivo de los dos días ha sido extraordinario, especialmente en Covadonga, que volvió a ser esa cima mítica, por lo que representa, pero sobre todo por lo que se vivió allí. Para nosotros es una cuestión de afición, voluntad y ganas, y agradezco al público asturiano el apoyo que da siempre.

-La Vuelta ha recuperado el Naranco y Los Lagos de Covadonga, si a eso sumamos el Angliru, son tres cimas que han marcado la historia de la carrera, ¿se plantea acabar algún año en el Gamoniteiru?

-No. Logísticamente no se puede hacer. Honestamente, no especulamos con estas cosas. Si nosotros queremos ir a una meta necesitamos una mínima estructura para televisión, para los equipos y cuatro cosas más, pero en este momento allí no la hay. Las metas en el Angliru y la Camperona logísticamente ya son complicadas y eso significa que somos capaces de hacer llegadas en sitios difíciles. Y está claro que es un puerto de mucha entidad, que hemos visitado muchas veces, y que con Cobertoria y Gamoniteiro pordríamos estar hablando de uno de los mejores puertos de Europa con diferencia. Pero esto es cuestión de que la etapa empiece y termine. Si algún día se dieran las condiciones, quizás. Lo digo con sinceridad, La Vuelta lo ha visitado pero en este momento allí no podemos llegar.