El Avilés se ha marcado el reto de eliminar al Langreo esta tarde para jugar la final de la Copa Federación, una competición que ganó el defensa blanquiazul Pablo Suárez el pasado año con el Marino. Y la quiere otra vez. "Es un título más y una oportunidad de jugar partidos, sobre todo para que los que tienen menos minutos vayan cogiendo ritmo y demuestren cosas para ponérselo difícil al míster", comenta.

Por eso anuncia que todos van a salir "con la máxima intensidad" para intentar llegar a la final. "Yo quiero que la Copa se quede en Avilés", señaló rotundo.

Pablo Suárez (25 años) es uno de los fichajes importantes del Avilés esta temporada. Le costó dejar el Marino después de tres años muy buenos en los que fue dueño del lateral derecho de Miramar, pero está "muy bien" en su nueva casa. "De momento va todo rodado; con los compañeros genial, con el entrenador muy bien, y en el campo sumamos tres de tres. Somos líderes como se esperaba de nosotros y aunque es verdad que estamos encajando más goles de lo previsto, yo creo que eso se puede solucionar. En el cómputo general va todo genial", precisó.

El defensa de Guimarán (Carreño) aprecia algunas diferencias entre los dos clubes. "En Luanco el presidente lo lleva casi todo con la ayuda de unos cuantos, aquello es una familia y conoces a todo el mundo. Aquí hay más cargos, cada día aparece gente nueva y todo es como mucho más grande". Y añadió: "Además, al campo van más aficionados que animan más, hay más ruido y se agradece".

El debate ahora es la doble personalidad que mostró el equipo en los últimos partidos ante el Llanera (2-3) y el Praviano (5-3), arrollador en la primera parte y desaparecido en la segunda, y Pablo Suárez tiene una explicación. "Yo no creo que sea un exceso de relajación, pienso que nos costó tener que defender todos cuando estábamos en un partido de atacar todo el rato y ellos metieron una marcha más por el resultado".

El equipo, explica, necesita un cambio de chip en esos momentos. "Lo hemos hablado, creemos que tenemos la clave para solucionarlo y esperamos demostrarlo en Tineo en un partido que será muy similar a estos últimos porque quizás nos esperen atrás".

El defensa blanquiazul lo jugó todo en los últimos años, de hecho no recuerda haber sido suplente desde que empezó a jugar con cinco años. La pasada temporada disputó 37 partidos con el Marino, sólo se perdió el último ante el Llanes, y todo indica que en el Avilés va a seguir igual porque tiene toda la confianza del técnico, Pablo Lago. "No hay queja y espero seguir así siempre que me respeten las lesiones, que es lo más importante, porque estoy preparado y cuando me dan una oportunidad respondo".

La falta de lesiones es la base de su regularidad y asegura que "no hay secreto" para evitarlas. "No me cuido más que otros ni me alimento mejor, creo que es un poco de suerte, saber descansar y seguir unos cuidados mínimos, pero no tengo la clave".

El objetivo del Avilés este año es lograr su primer título como campeón de Tercera, pero Pablo Suárez pide paciencia. "Ojalá se logre este año, pero eso lo irán marcando las jornadas y como evolucione el equipo y los rivales. Yo creo que por calidad, por técnica y por jugadores, podemos llegar a las últimas jornadas con opciones de quedar primeros pero hay rivales complicados y la pelea no va a ser fácil", concluyó.