"Los que limitan los mandatos son los que votan". De esta forma, Maximino Martínez explica su decisión de presentarse a la reelección a la presidencia de la Federación Asturiana de Fútbol, un cargo que ocupa desde el 24 de octubre de 1994. Va a por su séptimo mandato porque le gusta y, precisa, para culminar un par de proyectos que despejarían el futuro de la federación. Sabe que esta vez probablemente tendrá rival, ya que al menos Diego Caces, director del Centro Nacional de Formación de Entrenadores en Asturias (Cenafe) ha anunciado su intención de presentar su candidatura. El próximo día 20 arrancará el proceso que culminará el 29 de noviembre con la elección del presiente para el período 2016-2020.
Después de 22 años al frente del fútbol asturiano, Maximino Martínez Suárez (Pola de Siero, 16 de junio de 1946) se siente en plena forma para seguir: "Si no tuviera fuerzas, no me presentaría. A partir del día 20, que es cuando se convocan oficialmente las elecciones, empezaré a trabajar en ello. Espero salir elegido para afrontar cuatro años que van a ser duros. Ya tenemos un porcentaje del dinero de la televisión, pero nuestro fútbol necesita más reivindicaciones".
Entre otras cosas, Maximino Martínez quiere ver culminado uno de sus objetivos más ambiciosos en su larga trayectoria en la presidencia: "Queremos trasladar las dependencias federativas a los campos de Roces. Ya tenemos la parcela escriturada. Ahora hay que cerrar las negociaciones para vender la sede de la federación en Gijón".
Para llevar adelante esa gestión quizá necesite el respaldo de las urnas el 29 de noviembre, algo poco habitual desde su acceso a la presidencia. Martínez acepta el pulso que le ha planteado Diego Caces: "Es normal que haya gente que tenga ganas y quiera trabajar por el mundo del fútbol. Hay que aceptarlo. Trabajaremos durante los próximos meses y el fútbol decidirá quién tiene que ser presidente".
Pese a que teóricamente parte con una gran ventaja, Maximino Martínez aclara que "nunca voy a pensar que lo tengo ganado. Ya estamos trabajando porque el inicio de la campaña está a la vuelta de la esquina. Seguimos teniendo problemas muy graves, como el abandono de los directivos o la disminución del número de espectadores. Estamos trabajando para que los clubes de base puedan recibir más dinero. Porque siempre digo lo mismo. El día que no haya fútbol aficionado, no sé de donde van a salir los ingresos del profesional".
En 2012, la Federación Asturiana de Fútbol promovió la elaboración de un informe sobre la necesidad de apoyar una actividad que funciona, principalmente, por la buena voluntad de los dirigentes. Maximino Martínez también apoyó posturas de fuerza para exigir compensaciones al fútbol modesto. "Gracias a cosas como éstas", precisa Martínez, "el fútbol base va a recibir el dos por ciento del nuevo contrato de televisión. Lo que queda por determinar es el reparto".
Maximino Martínez no está de acuerdo con los que proponen la limitación de mandatos e insiste en que la continuidad de un dirigente como él, que va por el sexto, debe de quedar a criterio de los estamentos que integran la asamblea. Considera que, además, cuenta con el mejor aval: "Que nadie se olvide del quehacer diario. Yo, si no estoy en Madrid, voy todos los días a la federación. Y como me ven trabajar, a mis directivos no les queda otro remedio que hacerlo".
También quiso dejar muy claro que nunca se le pasó por la cabeza la posibilidad de optar a la presidencia de la Federación Española, aunque en algunos círculos se apuntó su nombre ante la posible renuncia de Ángel María Villar. "La gente que me conoce sabe que eso era inviable. Es muy importante respetar los puestos. Sé hasta donde puedo llegar y nunca en mi vida tuve esa pretensión".
Además, al final Villar opta a la reelección en la Española, tras retirarse de su carrera por la presidencia de la UEFA. Según Martínez, "como premio, para él, la UEFA hubiese sido fantástico, pero egoístamente no me interesaba. Estoy muy contento de que se haya retirado. Creo que va a salir elegido algo buenísimo para Asturias y para todos. Sólo hay que pensar en lo que eran las territoriales y lo que son ahora. Estos años con Villar han sido buenísimos. La Federación Asturiana no podría tener este patrimonio si la Española no nos hubiera donado la sede federativa".
