Marcos de Castro está "encantado" después de debutar el pasado domingo con el Marino en Liga frente al Lugones (3-2) en Miramar. Su compañero Davo no se lo puso nada fácil porque estuvo bien en los cuatro partidos anteriores, pero al joven ovetense (21 años) le llegó su momento por sorpresa. "Me enteré el domingo por la mañana que me lo dijo el míster". Y asegura que recibió la noticia tranquilo. "Nervios no sentí porque sabía que tenía que estar preparado, fue más decir me toca y voy a intentar hacerlo bien porque además era el debut soñado ante la afición", comentó.

Su actuación durante el partido le dejó algunas dudas. "Me hubiese gustado que hubiesen salido mejor las cosas porque creo que en el primer gol igual podía haber hecho un poco más, al menos esa es la sensación que me quedó aunque también sentí que a medida que pasaban los minutos fui cogiendo confianza".

El Marino se puso con un tranquilizador 3-1, pero el gol de Wilmer en el 74 metió al Lugones en el partido y el equipo azulón pasó apuros al final. "Nos achucharon con balones al área pero ahí estuve bien, sin problemas en salir por arriba, y lo importante es que nos quedamos con los tres puntos", señala Marcos.

La alegría del debut ya pasó y ahora su objetivo es mantenerse en el once el mayor tiempo posible, aunque es consciente de que Davo lucha por lo mismo. "Es un puesto que se vende caro porque Davo entrena a tope y rinde muy bien en los partidos, pero yo tengo que estar preparado para jugar y estoy contento por los minutos que pueda tener".

La suplencia en este inicio de Liga la llevó bien porque, señala, "hay buen ambiente, se trabaja bien y Davo es muy buen compañero", una situación que amplía al resto del equipo. "Somos una piña y hay muy buen rollo".

El equipo empezó con algunas dudas, pero juega bien, aún no perdió, y lleva dos victorias consecutivas. "Empezamos a encontrar el punto en el que queremos estar para que se vea que el trabajo tiene sus frutos y nuestro próximo objetivo es sacar los tres puntos ante el Condal". Un partido, el del Alejandro Ortea, que siempre es complicado. "El Condal es difícil en su campo porque el publico aprieta y es muy rocoso, sabemos que será un partido trabado y de mucha disputa, pero para estar arriba hay que ir a ganar a todas las partes".

El portero ovetense llegó esta temporada desde el Universidad de Oviedo (Preferente) tras pasar por el Oviedo B, lleva dos meses en Miramar y asegura que se siente "con mejor ritmo" que cuando llegó y que cada día aprende. "El entrenador de porteros es muy bueno y Pulgar el mejor técnico de Tercera. Se aprende mucho con ellos y con los compañeros", concluyó.