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La pizarra de Rozada

Un paso adelante de cara al futuro

Sobre el acertado cambio de sistema de Hierro y la victoria del Oviedo

Un paso adelante de cara al futuro

El partido de Cádiz se explica desde el cambio de sistema que, acertadamente, introdujo Fernando Hierro. El 4-1-4-1 que el malagueño puso en el césped benefició al equipo, lo convirtió en un conjunto más sólido y que sufrió menos que en otras visitas anteriores. Me parece una decisión inteligente teniendo en cuenta las condiciones que rodeaban al partido del Carranza. El Oviedo llegaba con algunas dudas, en gran medida por los últimos resultados cosechados y la situación en la clasificación y con dos días menos de descanso que el Cádiz, tras el partido del jueves ante el Reus. A veces, es bueno un cambio de sistema porque oxigenas la cabeza de los futbolistas. Pero además, ese cambio puede venir bien de cara al futuro.

Me explico. Hasta ahora el Oviedo apostaba por un 4-2-3-1 muy reconocible. El problema es que para los rivales era sencillo de estudiar. Ahora, los contrarios verán que el Oviedo tiene más soluciones, ya no es tan sencillo de analizar. Es bueno enriquecer el sistema para que no te conviertas en un equipo previsible. Me imagino a Arrasate, entrenador del Numancia, preparando el partido de esta semana y preguntándose con qué esquema jugará el Oviedo: si Linares seguirá partiendo desde fuera, si Michu tendrá su oportunidad en el once, a cuántos centrocampistas dará entrada Hierro? Se abre un abanico de opciones.

Además de la riqueza en el dibujo también viene bien por recuperar jugadores. Linares habrá cogido confianza con el gol, Rocha va adquiriendo protagonismo, Verdés también habrá subido de moral? En una Liga de 42 jornadas debes contar con todos los futbolistas.

En Cádiz me gustó especialmente Lucas Torró y creo que el sistema encaja perfectamente con sus condiciones. Hasta ahora no he visto al Oviedo con un doble pivote jerárquico, así que mejor esta forma de jugar. Torró gana duelos, abarca campo y juega con criterio. A su lado, los dos pivotes ayudan en varias funciones. Incluso ese dibujo puede venirle bien a Michu, que puede actuar perfectamente en esa línea de tres centrocampistas, con Torró por detrás y el ovetense con libertad para subir al ataque.

El nuevo dibujo da además más seguridad en defensa. El sistema anterior tenía el peligro de convertirse en un 4-2-4 si los extremos eran desbordados (ocurrió en Getafe en la segunda parte). En Cádiz si, por ejemplo, Linares tiraba una diagonal y quedaba descolgado, basculaba Rocha para ayudar en las labores de defensa. Con el 4-2-3-1, si vencen al extremo, el pivote no debe bascular tanto. Y ahí empiezan los problemas. Creo que el Oviedo tiene extremos que por sus condiciones pueden ser rebasados en defensa y el nuevo dibujo ayuda a minimizar los peligros.

Al Oviedo le conviene en muchas ocasiones llevar el partido a un encuentro de pocas oportunidades, porque tiene en su plantilla a Toché, uno de los tres mejores delanteros de la categoría, y junto a Michu es una pareja de atacantes de un nivel excelente.

El 4-1-4-1 puede ser muy aprovechable en los partidos fuera de casa, porque el equipo está más protegido. En casa dependerás también del rival porque un contrario que sale a esperarte en su medio del campo puede ponerte en problemas. Una alternativa válida sería probar en el Carlos Tartiere con un fútbol más directo.

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