Ganar cien partidos seguidos es difícil en el deporte a cualquier nivel y una gesta en el mundo profesional. Por eso lo que consiguió ayer el Barcelona al ganar en Santander es un hito que pasará a la historia del balonmano y de cualquier modalidad. El Barça no pierde un partido de Liga Asobal desde que, el 18 de mayo de 2013, cayó en la pista del Naturhouse La Rioja (33-31). Al frente de ese grupo hay un asturiano, Raúl Entrerríos, uno de los capitanes del equipo y un ejemplo dentro y fuera de la pista.
"No pensamos en récords, nuestro único objetivo es ganar cada partido", explica Raúl Entrerríos, referencia de la sección de balonmano del Barça y de la selección española. "Es verdad que somos favoritos para ganar la Liga, pero no es fácil. Nadie ha enlazado una racha de victorias como ésta en ningún deporte".
Más que hablar de claves, Entrerríos se refiere al nivel de exigencia que se autoimponen, empezando por el entrenador, Xavi Pascual: "Pasqui es el primero que entiende la filosofía de este club. Siempre nos exige al máximo, con independencia del rival. Por eso salimos enchufados. En algunos partidos no nos salieron bien las cosas, pero los conseguimos ganar a base de casta. Otro equipo los hubiese perdido".
Entrerríos reconoce que desde la desaparición del Ciudad Real, después Atletico de Madrid, el Barcelona no tiene un rival a su altura: "Se echa de menos al Atlético, no sólo por nosotros, sino por la Liga. Queremos una competición lo más seria posible". Los barcelonistas creen que contribuyen afrontando cada partido y a cada rival, por modesto que sea, con el máximo respeto. "Algunos menosprecian lo que estamos haciendo, pero hay formas y formas de ganar", recalca el jugador gijonés. "Si no trabajáramos como trabajamos, nunca llegaríamos hasta aquí". Otro motivo para mantener la tensión en la Liga es llegar en buenas condiciones a la Copa de Europa, donde compite con equipazos.
Raúl Entrerríos se siente un privilegiado por vivir este momento. "Por supuesto que lo estoy disfrutando. Pertenecer a un equipo como éste tiene mucho mérito". Y, por lo que se ha visto en este comienzo de temporada, las perspectivas de futuro son buenas: "Se han ido jugadores que llevaban aquí bastantes años y lleva su tiempo acoplar a los nuevos, que además son muy jóvenes. Vamos bastante bien, pero todavía no hemos alcanzado el máximo nivel".
En el Naturhouse que ganó al Barça en 2013 había dos asturianos. Mientras que Rubén Garabaya, que sigue jugando en Logroño con 38 años, no se acuerda de aquel partido, para Jorge Martínez es inolvidable: "Ganar al Barça siempre es especial. En casi veinte años en la Liga, lo habré logrado tres o cuatro veces. Lo recuerdo con cariño porque nos jugábamos la clasificación para la Liga de Campeones. Estuvimos muy bien defensivamente y llevamos la iniciativa todo el tiempo".
Garabaya, que asegura no tener "memoria histórica" para casi nada de su carrera, sí coincide con Jorge en una cosa: "La gente es un poco injusta con el Barça. Lo que hacen es una pasada. Su regularidad rd impresionante". El exguardameta va más allá: "Históricamente, el Barcelona siempre ha funcionado así. Es heredero de la época de Valero Rivera. Van siempre al cien por ciento. Hay que reconocer el trabajo de Pasqui porque esa actitud la tienen en el día a día, en los entrenamientos. Por eso, cuando llega un jugador nuevo al equipo, o se engancha o está fuera".
Los dos asturianos entienden que el Barça no debe de tener contemplaciones con sus rivales. "Consideraría humillante si ganan jugando al 50 por ciento. Otros equipos sí se recrean, pero ellos no miran el resultado. Son grandes deportistas", apunta Martínez. Y remacha Garabaya: "Lo que me ofendería es que empezasen a hacer el tonto. Si se toman en serio su trabajo es signo de que respetas al rival". Y al frente de todos sitúa a Entrerríos: "Raúl es impresionante, el jugador más importante del Barça".
