En febrero, cuando empiece la Copa de Europa de toda la vida, con eliminatorias de ida y vuelta, el panorama puede ser muy diferente, pero a día de hoy varios grandes tendrán que afrontar los octavos de final como segundos de grupo, o corren riesgo de hacerlo. Eso también supone que en esta edición aumenten las opciones de que haya alguna eliminatoria entre equipos que partían como aspirantes al título. A la vista de la marcha de los grupos, a falta de una jornada, no se puede descartar un cruce de octavos entre el Barcelona y el Bayern, el Real Madrid y la Juventus, o el Atlético de Madrid con el Manchester City o el PSG.
Haga lo que haga el próximo 6 de diciembre, el Bayern de Ancelotti ya sabe que tendrá que jugarse el pase a cuartos de final en el campo del rival que le depare el bombo. El equipo alemán, campeón en 2013 y semifinalista en las tres temporadas con Pep Guardiola en el banquillo, se ha visto relegado por un solvente Atlético de Madrid. Su derrota en Rostov, frente a un equipo que no había ganado ningún partido, confirmó el mal momento del gigante alemán, que ni siquiera es líder de la Bundesliga, superado por el modesto Leipzig.
El Madrid sí domina con holgura en la Liga española, pero un par de despistes le han complicado el liderato de su grupo en Europa. Los empates en el campo del Borussia Dortmund y, sobre todo, del Legia de Varsovia, obligan a los de Zidane a ganar al equipo alemán el 7 de diciembre en el Santiago Bernabéu. Toda una novedad para el equipo blanco, aunque no tan preocupante a la vista de los posibles rivales. Como segundo, si los grupos acabasen así, el Madrid se podría medir al Nápoles (sexto en la liga italiana a nueve puntos de la Juve), el Leicester (decimocuarto en la Premier, dos puntos por encima del descenso) o el Mónaco (segundo en la liga francesa a tres puntos del Niza). Con el Arsenal y el PSG disputándose el liderato del grupo A, sólo la Juve podría ensombrecer el panorama blanco.
Las sorpresas ponen en duda un cruce tranquilo para los dos equipos españoles que han completado una gran fase de grupos y ya han asegurado el primer puesto. El Atlético de Madrid podría verse en octavos con el Manchester City, el PSG o el Benfica. Y el Barcelona, al margen del Bayern, también corre el riego de cruzarse con otro clásico de Alemania, el Bayer Leverkusen, al margen del Arsenal o el PSG, habituales en el camino europeo azulgrana.
Los miedos en cada sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones han quedado, un año más, en papel mojado para un Barcelona que en el último decenio ha sido un ejemplo de máxima eficiencia para superar esta ronda y entrar casi siempre como primero de grupo en octavos de final.
Este curso el equipo azulgrana ha vuelto a firmar una primera fase meritoria, a la cual le queda aún una jornada y en la que el Barcelona acabará primero, sea cual sea el resultado que se dé en los dos encuentros, Barça-Borussia Mönchengladbach y Manchester City-Celtic.
Así, por decimotercer curso seguido, el Barça accede a los octavos de final, en los que once veces lo ha hecho como primero de grupo. Sólo en las temporadas 2004-05 y 2006-07 el Milán y el Chelsea, respectivamente, le robaron esta condición, aunque los azulgranas, como segundos, lograron el principal de los objetivos: pasar de fase.
Ya en octavos, el Barcelona sólo tiene una garantía: no se podrá medir contra el segundo de su grupo, el Manchester City de Josep Guardiola, ni contra ninguno de los segundos españoles que puedan ocupar esta posición cuando acabe la fase de grupos.
