"Si el equipo no está intenso y concentrado, si no entra muy metido al partido nos la puede liar cualquiera. Lo habíamos hablado, pero es lo que nos pasó en Grado". El técnico del Marino, Adolfo Pulgar, explica así el empate (0-0) ante el Mosconia en un partido que los luanquinos necesitaban ganar para consolidarse en la cuarta posición, sobre todo teniendo en cuenta que el domingo (12.00 horas) reciben al Tuilla y al siguiente visitan al Langreo.

Pulgar no pone paños calientes a la decepción del Vega de Anzo. "Jugamos demasiado de mentira porque tocamos el balón sin ser verticales y les dimos ocasiones para lanzar alguna contra buena, sobre todo en el primer tiempo", explicó. Los azulones apretaron en el último tramo, pero fue tarde. "No se puede dejar todo para el final porque llegan las prisas por ganar y con ellas la precipitación y los errores", argumenta.

El técnico ya comentó sus sensaciones con los jugadores y su mensaje fue claro. "Les dije lo que pienso. Muchos pases atrás y no se buscó el desmarque de ruptura de espacio prácticamente en todo el partido. Eso es poner las cosas fáciles al contrario", señaló.

El Mosconia también tiene su mérito porque se replegó bien y los de arriba pelearon, pero Pulgar insiste en que el problema fue el propio Marino. "No supimos afrontar el partido y jugamos más para la galería que para la realidad de intentar sumar. Y si no se compite es muy difícil ganar".

La decepción de Pulgar es grande porque ya había advertido de que era un choque clave, junto con el del Tuilla. "Eran dos partidos para dar un salto importante en la tabla y para afrontar con tranquilidad los dos siguientes, sobre todo la visita a Ganzábal. Fallamos en el primero y de eso hablamos en el vestuario".

El entrenador luanquín, con todo, habla de remontar y de dar lo mejor ante el Tuilla, un rival directo que ocupa ahora la cuarta plaza. "Es muy buen equipo y, aunque su potencial está en su campo, está claro que para estar cuarto también tuvo que ganar fuera". Pulgar asegura que el conjunto langreano "tiene jugadores y recursos para ganar en campos como el nuestro", y espera un duelo igualado con su equipo del pasado año. "Nos conocemos de sobra y todo puede pasar", dice.

El Marino acabó el año muy fuerte con el triunfo (0-2) ante L´Entregu en un partido en el que se mostró muy superior, y Pulgar teme que el partido de Grado se haya afrontado con demasiada confianza. "El problema es que los jugadores no se dieron cuenta de que cada partido hay que lucharlo 90 minutos", concluyó.