Sin ceder una sola bola de ruptura en todo el partido, y aprovechando una de las cuatro que tuvieron a su favor para lograr en el segundo set la única quiebra de todo el encuentro, el asturiano Pablo Carreño y el albaceteño Guillermo García-López se impusieron de nuevo a los vigentes campeones de Roland Garros, Feliciano López y Marc López, por 7-6 y 6-4 en poco más de hora y media para alcanzar los cuartos de final del cuadro de dobles.

Carreño y García-López, que ya habían ganado a los "Lópeces" en las semifinales del Abierto de Estados Unidos del pasado año, se medirán ahora contra los australianos Alex Bolt y Bradley Mousley, que ganaron 7-5, 3-6 y 7-5 a los estadounidenses Sam Querrey y Donald Young.

"Es la segunda vez que jugamos con ellos y la segunda que les ganamos. Hemos hecho un partido bastante completo. No hemos cedido ni una sola bola de rotura y eso es muy importante. Por suerte nos hemos llevado el desempate del primer set, que ha sido muy apretado con muchos intercambios y muy disputado, y en el segundo hemos conseguido romperle el saque a Marc, y mantener luego el nuestro hasta el final", destacó el gijonés Pablo Carreño.

En ese desempate del primer set estuvo marcada la suerte del partido. Carreño ganó el primer punto, pero después Feliciano sumaba sus dos servicios y García-López perdía los suyos, lo que dejaba al asturiano y al albaceteño con un 1-4 en contra. Pero tras igualar a 4 y a 5, aprovechaban su primera oportunidad de ruptura para sobre el saque de Feliciano llevarse la manga por 8-6 tras un espectacular intercambio de golpes en la red.

"A nivel interno nos sentimos muy bien, y eso es lo más importante. No somos unos especialistas en dobles, pero estuvimos muy bien con el resto y no les dimos ni una sola oportunidad con nuestro saque", resumía Guillermo García-López.