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Messi renueva su fe en la Liga

El Barça ha logrado engancharse a la lucha por el título gracias a los goles y las asistencias del "10"

Messi renueva su fe en la Liga ALBERT GEA / REUTERS

Leo Messi pasó desapercibido el clásico del 3 de diciembre, resuelto (1-1) por los cabezazos de Luis Suárez y Sergio Ramos. Con ese gol en el último instante, el Barça quedaba a seis puntos y alimentaba la leyenda de un Madrid invencible, que aún prolongó su racha un mes más. Doce jornadas después, si el equipo azulgrana sigue en la pelea por el título es, fundamentalmente, por la clase y el empeño del "10". Messi ha marcado en once de los últimos partidos y dio el pase del gol del empate a Luis Suárez en el otro, frente al Betis.

El Barcelona salió muy tocado del último clásico porque parecía la ocasión ideal para cortar la racha del Madrid y acortar la distancia que había tomado en el primer tercio de la Liga. Aquel partido abonó las dudas sobre un equipo irregular, que ofrecía su mejor versión en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Pero cuando más falta hacía, Messi recuperó su mejor versión. Desatascó la visita a El Sadar con una asistencia a Luis Suárez y lo sentenció con dos goles (0-3). Antes de las vacaciones de Navidad, nueva exhibición frente al Espanyol, con la guinda del 4-1.

Después de las fiestas, Messi enlazó exhibición tras exhibición. Además de resultar determinante en las tres eliminatorias de Copa siguió tirando del Barça en la Liga. En El Madrigal perserveró hasta el último minuto para rescatar un punto (1-1) con un espléndido lanzamiento de falta. Contra Las Palmas (5-0) y Eibar (0-4) oganizó el juego de ataque y marcó los goles de la tranquilidad.

Su peor partido de Liga estos tres meses coincidió con un petardazo generalizado en el Benito Villamarín. Durante 75 minutos no hubo noticias del Barça ni de Messi en Sevilla. En cuanto el Betis marcó el 1-0, se desató todo el fútbol del argentino. En ese cuarto de hora, a Messi le dio tiempo para iniciar la jugada que acabó con el gol fantasma de Jordi Alba y el salvado en la misma línea por el bético Mandi. Y, casi en el minuto 90, filtró el pase que permitió marcar a Luis Suárez y alargar la racha sin derrotas del Barcelona.

Aquel empate volvía a estirar la ventaja del Madrid, pero Messi siguió al frente de las operaciones. Ajeno a las rotaciones de Luis Enrique, obligadas por la Copa y la proximidad de la Liga de Campeones, resolvió los partidos frente al Athletic (3-0) y Alavés (0-6) con solvencia y el gol de rigor. Entre el partido de Mendizorroza y el siguiente de Liga, frente al Leganés en el Camp Nou, llegó el 4-0 del Parque de los Príncipes, que marca un antes y un después del Barça de esta temporada.

A Messi, muy tocado por el "palo" en la competición más prestigiosa, se le vio desdibujado frente al Leganés. En cuatro días, el Barça vio peligrar los dos títulos más importantes. No fue así porque Messi, con un gol al princpio y otro en el último minuto, lo evitó. La victoria no evitó el escarnio, con Luis Enrique en el punto de mira. El técnico dispuso de toda una semana para planificar un partido clave, la visita al Atlético de Madrid. El técnico agitó tácticamente al equipo, pero al final volvió a ser Messi quien marcó las diferencias con un gol agónico. Desde entonces, cómodo triunfo frente al Sporting, iniciado con un lujo del "10" ante Cuellar, y una exhibición propia de los mejores tiempos el sábado, con el Celta como víctima propiciatoria. Messi marcó dos goles y rozó la excelencia.

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