El empate del pasado domingo con el Covadonga fue un duro golpe para el Marino, que queda a once puntos del Tuilla (cuarto) y con mínimas opciones de meterse en el play off a falta de seis jornadas (18 puntos) por disputar.

Varios jugadores azulones salieron llorando del J.A.A. Rabanal y eso es lo que quiere evitar el técnico, Adolfo Pulgar. "No hay que llorar porque esto es fútbol y siempre nos da otros proyectos e ilusiones, pero sobre todo porque nadie nos puede reprochar nuestra profesionalidad". Y añadió: "No veo la temporada mala y menos un desastre, creo que hubo cosas buenas de un equipo joven y renovado, con sueldos a la mitad del año pasado y entrenando por la mañana, lo que dificultó el acceso a jugadores de nivel".

Ese será el mensaje que transmita Pulgar a la plantilla antes del entrenamiento de esta mañana (10.30 horas) en Miramar. "Tenemos que estar satisfechos y no rasgarnos las vestiduras porque la idea era hacer un equipo joven y renovado, y tenemos cinco sub-23. La gente sabía lo que había y ahora se tiene mucho trabajo adelantado", explicó.

El técnico no esconde que el objetivo está difícil "Matemáticamente tenemos que intentarlo porque hay una pequeña esperanza, pero hay que ser realistas". El entrenador, con todo, asegura que nadie va a bajar los brazos. "Vamos a tirar hasta el final porque hay que seguir peleando si cabe con más razón por nuestro prestigio y por el del club", concluyó.