El abogado de la propiedad del Real Avilés, Alfonso Tomás Menéndez, presentó en el juzgado una solicitud para que un administrador judicial se haga cargo de la gestión del club, apartando cautelarmente a los actuales gestores, "IQ Finanzas" a través de la empresa "Real Avilés Gestión Deportiva", mientras se resuelve la disolución del contrato como pretende el club. "Hemos utilizado la vía de urgencia, una de las dos cautelares que tiene recogida la ley. Nosotros creemos que con los documentos que hemos aportado, queda justificada correctamente", sostiene el letrado, aunque apostilla que será el juez el que decida. Además, esta medida sería nula si no se presenta la demanda, como es intención del club.

Menéndez explica que se tomó la decisión de acceder a esta vía después de que los gestores no atendieran al primer paso que dio el club para romper el acuerdo. "Después de no atendieran al burofax con el que se seguía el cauce que estaba previsto en el propio acuerdo. No solamente no han contestado, sino que siguen realizando actuaciones. Optamos por esta primerísima vía para ver si el juzgado actúa con rapidez, pero si se retrasa un poco presentaremos la demanda principal y con ella una medida cautelar provisional reproduciendo la solicitud del administrador judicial", explicó el abogado.

El club alega un incumplimiento del contrato en un encontronazo por la administración de la escuela blanquiazul. Desde la empresa gestora defienden su trabajo al frente del Avilés y quitan importancia a este movimiento del club, afirmando que "es solo una maniobra para desestabilizar la estructura". Además, afirman que el incumplimiento fue por parte de la propiedad del club, en otros aspectos, y ya habían anunciado, por su parte, medidas legales para que se les deje administrar el club de la manera en que se recoge en el acuerdo, "sin interferencias" por parte del club.