El colombiano Weimar Roldán (Medellín-Inder) es líder de la 60.ª Vuelta Ciclista a Asturias al ganar la primera etapa entre Oviedo y Pola de Lena merced a su ataque en el grupo de escapados, a falta de 14 kilómetros, que le permitió subir en solitario la parte dura de la subida a Carabanzo-Cima "Luis Balagué" y llegar a la meta con 22 segundos sobre el español Raúl Alarcón (W52-Oporto) y 27 segundos sobre el grupo de favoritos de Nairo Quintana, Sergio Pardilla y Óscar Sevilla, que encabezó Carlos Barbero (Movistar). Hoy se afronta la etapa reina con salida en Soto de Ribera y llegada al alto del Santuario del Acebo, que debe decidir la carrera y ver en acción al mejor escalador del mundo, Nairo Quintana.

Hay que matizar que la alegría del triunfador colombiano, Weimar Roldán, gracias a su salto final después de formar parte de la fuga de ocho corredores casi desde la salida, se contrapuso con la decepción de varios de los favoritos ya que a falta de diez kilómetros para la meta un agente del orden se confundió en el cruce de Ujo e hizo que el grupo principal se rompiera en dos: unos siguieron al agente, mientras que otros, entre los que estaban Nairo Quintana, Óscar Sevilla y Bravo, continuaron por el trayecto correcto tras un motorista de seguridad.

De hecho, el escapado en ese momento tenía sólo 37 segundos de ventaja y prácticamente iba a ser alcanzado en la dura subida a Carabanzo, pero mientras discutían para reagruparse los dos grupos por detrás, el fugado tomó el balón de oxígeno al conseguir un minuto y 50 segundos de ventaja que le permitieron ganar .

A pesar de que luego en la corta y dura subida Nairo Quintana mandó atacar desde abajo a su hermano Dayer, contraatacó Raúl Alarcón a falta de un kilómetro para el alto y se fue en solitario, mientras que luego pasó a la ofensiva Nairo Quintana, pero siempre vigilado por Óscar Sevilla, que protegía la fuga de su compañero Weimar Roldán.

A veces los errores tienen también su parte positiva, y gracias a la victoria del colombiano Roldán seguro que su paisano Nairo Quintana estará hoy camino del Acebo mucho más agresivo para probarse de verdad en un largo y duro puerto para el reto del Giro de Italia. Y el poco más de medio minuto que tiene ahora el líder no es nada ante las duras rampas de la montaña canguesa, en la que le caerán minutos, pero a Roldán el sueño de ganar una gran etapa y lucir el maillot de líder ya nadie se lo puede arrebatar.

Destacar en esta primera etapa lo rápido que se rodó desde la salida, con saltos y reagrupamientos, hasta que pasado Pola de Siero (km 12) y camino de La Gargantada se hizo la fuga del día, compuesta por Ferrari (Caja Rural), Roldán (Medellín-Inder), Gonçalves (Boavista), Carlini (D'Amico Utensil), Silva (W52-Porto), Cala (Bicis Strongman), Higuita (Manzana Postobon) y el vigilante Arcas (Movistar).

En la curva más dura de Carbayín Alto estaban como espectadores de lujo durante su entrenamiento Aida Nuño y Samuel Sánchez, que animaron al asturiano Eduardo Pérez-Landaluce (Selección Española), que pasaba apuros por el ritmo impuesto en la caza del Movistar. Samu aún sufre problemas en la rodilla izquierda, que le está revisando el doctor Antonio Maestro, debido al esfuerzo de la Flecha Valona y que acusó más en la Lieja-Bastoña-Lieja, cuando está a punto de viajar al Tour de California.

La fuga llegó a tomar 5.30 de ventaja tras pasar por La Felguera, alto La Trapa, Mieres, Pola de Lena y la primera vuelta por el alto de Carabanzo-Cima "Luis Balagué". Y la persecución por detrás empezó a bajar las diferencias en el segundo paso por Carabanzo, a 3.30, para, tras un salto en cabeza de Joaquín Silva y el contraataque de Weimar Roldán, rebajarse a 1.15. Y cuando casi estaba ya cazado el colombiano, surgió la confusión en el cruce de Ujo. Y tras el parón hubo el ataque de los "gallos", en el que Nairo Quintana mostró sus zarpas en las últimas rampas de Carabanzo, aunque Sevilla salió a su rueda y le aguantó.

En cuanto al chaval asturiano Eduardo Pérez-Landaluce, tuvo el mérito con 18 años de aguantar el tipo aunque acusase el esfuerzo en el segundo paso por Carabanzo.