Luchan por un sueño y lo tienen al alcance. El Asturhockey de Grado, con tan sólo dos años de existencia, se juega el ascenso a la máxima categoría del hockey sobre patines. Y los jugadores, la mayor parte moscones, están cargados de energía positiva, pero con calma, sin estridencias, para conseguir que el tan ansiado ascenso que se jugarán en los dos próximos partidos.

Todo depende de ellos, apuntaba, ayer, el entrenador, David Miranda. Por eso, quieren que el sábado ante el Lleida (20.30 horas) el polideportivo municipal se llene de aficionados para apoyar al equipo en su carrera por subir a una de las mejores liga del mundo. Un hecho que no se produce en Grado desde hace veinte años. Y, para ello, todo aquel que lleve una prenda amarilla entrará gratis. "Todo el año ha habido muy buena entrada y nos sentimos muy apoyados, hay muy buen ambiente en el polideportivo y la gente empuja mucho", asegura Miranda.

Pero aún quedan dos partidos "muy duros" en casa, comenta el capitán, Borja Bernardo, pero indica que los jugadores están con muchas ganas de demostrar que pueden hacerlo, lo que sería un broche de oro a una temporada "en la que el objetivo era la permanencia, pero ahora luchamos por un sueño", jugar en la élite. Puntería la tienen y, también, al máximo goleador de la liga, el moscón Pedro González, con 35 goles. "Estamos entrenando bien y vamos a intentar ganar los dos partidos", señala.

En el vestuario hay muchas ganas de devolver a Grado a la máxima categoría de la disciplina. Aunque la celebración aún no la contemplan. Prefieren ir paso a paso para alcanzar su sueño.