La cita de la tarde de ayer era de las que la afición caudalista y mierense en general no suele fallar. El club era consciente de que el Caudal no sólo se jugaba la temporada sino el sueño de poder celebrar su centenario en Segunda División B. La directiva que preside Roberto Ardura apostó por esta cita casi regalando la entrada al duelo ante el Pontevedra. Todo el que fuera enfundado de una camiseta caudalista de la temporada que fuera tenía libre acceso al campo, además de que los socios tenían una entrada gratuita junto a su abono. Todo esta orquestado para que la afición blanquinegra respondiera y lo hizo. Dos mil seguidores llevaron el volandas a los de Iván Ania hacia la salvación.

Dos mil aficionados mierenses que hacen una de las mejores entradas de la última década. Atrás quedan encuentros con afluencias superiores pero siempre coincidiendo con las visitas de equipos de postín como el Oviedo, el Racing de Santander o la Cultural Leonesa que acudían acompañados de su numerosa afición. Pero ayer el Hermanos Antuña contó dos mil voces de caudalistas que llevaron a los de Ania a la salvación en una afluencia superior a la de promociones por el ascenso como el pasado curso ante el Haro o no hace tanto contra el Jumilla. Un Antuña que recordó a los históricos "play-off" de hace cuatro cursos y que hacen presagiar en un gran centenario.