Por fin llegaron las ansiadas lluvias para paliar, momentáneamente, la escasez de agua que estaban padeciendo gran parte de los ríos del Principado. A mediados de semana las precipitaciones fueron intensas, especialmente en los ríos del oriente, que vieron incrementados sus caudales de forma significativa, presentando el fin de semana un aspecto inmejorable para la pesca del salmón. Así las cosas se esperaba que el efecto llamada del agua hiciera remontar salmones en todos los ríos, pero la realidad es que las cifras siguen estando muy lejos de lo que deberían un mes de mayo. Próximos a las mejores fechas, las tres próximas semanas pueden ser un buen termómetro de la temporada, al menos en lo referente a ejemplares de buen peso que, como es sabido, son excelentes reproductores.

Se consiguieron un total de 57 salmones, frente a los 24 de la anterior. Lo cierto es que sigue siendo una cifra pobre para las fechas en que nos encontramos. Además, 27 de esos salmones se pescaron en el Narcea, el resto de ríos siguen con una escasez de peces que empieza a ser alarmante. La temporada pasada, que ya presentó números muy exiguos, estos mismos siete días se pescaron 88 peces y hace dos 166. Pese al ligero repunte de capturas, seguimos bajo mínimos.

La mejor noticia fue la consecución del campanu del río Esva, echado a tierra por el ribereño Alberto Fernández Rubio. Al día siguiente se pescaron otros dos salmones en el coto de Trevías. Queda claro que un pequeño piño de salmones se adentró en aguas del río Valdesano y esperamos que tenga continuidad.

El domingo se levantó la veda de la pesca de trucha y reo en aguas salmoneras. La afluencia de aficionados a estas especies menores estuvo por debajo de lo esperado, al menos si la comparamos con otras temporadas. Aún es algo pronto, al menos para el reo, y las mejores fechas están por llegar. Las capturas, en líneas generales, fueron escasas en todos los ríos, aunque siempre hay excepciones y hubo aficionados que consiguieron hacerse con alguna buena pieza, especialmente en el río Cares.

Eo. En el río de la divisoria pasaron por el precinto de Xesteira ocho ejemplares, muy repartidos a lo largo de toda la semana, en la que el sábado fue el único día sin peces. No llovió mucho por la zona, y el río creció muy poco, pero suficiente para meter peces en el río. Ya el miércoles se habían visto salmones en el vedado de Piago Mayor y en Louredal, lo que después se confirmó con las capturas del fin de semana. Todos los peces se pescaron en cotos y arrojaron pesos entre 3,800 y 6,00 kilos.

ESVA. El río valdesano por fin estrenó su casillero. El viernes, el ribereño Alberto Fernández Rubio echó a tierra en la zona libre de Cortina un ejemplar de 5 kilos a cebo natural. La ligera crecida fue motivo suficiente para que moviera alguno de los salmones que estaba en el vedado del Benito, y ello se tradujo en la captura del campanu y de dos salmones más en el coto de Trevías de 3,800 y 5,600 kilos.

NARCEA. Lideró las cifras semanales con 27 salmones, dos de ellos devueltos al río, y dos cedidos al Proyecto Arca. La mayoría de las capturas, como viene siendo habitual, en la zona libre baja. La semana anterior ya se había notado una leve entrada de peces, que se confirmó estos últimos siete días, especialmente el viernes cuando se consiguieron 14 ejemplares. Aunque las lluvias fueron intensas a mitad de semana, el río estuvo pescable, especialmente el fin de semana. La afluencia de pescadores, como era de esperar después de esa pequeña punta de peces, fue muy superior a fechas anteriores, con numerosos pozos con muchos aficionados al sorteo de la media hora. Los peces pesaron entre 3,475 y 6,905 kilos.

SELLA. Pese a las buenas condiciones que presentó el río tras las lluvias, tan solo se consiguieron trece salmones en aguas del Sella. Se esperaba que después de la crecida se adetrasen más salmones en sus aguas, pero la realidad es que sigue tieniendo muy pocos peces. Las precipitaciones hicieron que creciera de forma notable el jueves, pero rápidamente bajó a niveles muy buenos para pescar, estando el fin de semana con un gran aspecto. Los peces que pasaron por el precinto del Portazgo pararon la báscula entre 3,900 y 5,800 kilos.

CARES. Fue de los ríos más afectados por las lluvias, el jueves subió mucho su caudal y enturbió, aunque el fin de semana ya presentaba un buen estado para pescar, tanto de nivel como de transparencia. Se pescaron seis ejemplares, cifra muy por debajo de lo esperado después del repunte de agua, evidenciando que, de momento, pocos salmones tiene el río. Uno de los peces fue devuelto con vida al agua. Como es habitual en las aguas del Cares, las capturas se repartieron entre cotos y zona libre. Los que pasaron por el precinto arrojaron pesos entre 3,850 y 6,300 kilos.