A falta de que el engranaje funcione con más fluidez, algo que aún no ha conseguido, el Unión Financiera sigue creciendo en base a su defensa. Los de Carles Marco ofrecieron ayer los mejores momentos de solidez de lo que va de pretemporada, y solamente la falta de acierto les privó de haber resuelto primero su compromiso contra el Ciudad de Valladolid, un histórico del baloncesto español de vuelta en la Oro.

La mejor noticia para los aficionados locales es que el grado de intensidad y compromiso del equipo está a un nivel muy alto. Salvo unos primeros minutos de cierto desconcierto, el Unión Financiera fue apretando poco a poco las clavijas al conjunto dirigido por Paco García, liderado por un Belemene que derrocha intensidad en cada acción. Marco lo probó ayer muchos minutos como cuatro, con detalles interesantes.

En ataque aún hay mucho que hilvanar. Ni Geks ni Rinkunas andan finos, especialmente el letón, y fue el de siempre, Víctor Pérez, en un momento excepcional, el que tiró del ataque. Suyos fueron los puntos que neutralizaron las ventajas iniciales visitantes y el dos más uno y los tiros libres que sentenciaron, aunque Santana tuvo que taponar el intento rival de forzar la prórroga.

A mejorar las prestaciones ofensivas ayudará, en teoría, el último fichaje, el estadounidense Drew Maynard, un cuatro con capacidad de abrir el campo. Ayer llegó a Oviedo e hizo la rueda de calentamiento, pero no jugó.