El Ceares confirmó su candidatura a equipo revelación en este inicio de Liga al igualar ante un Tuilla que no supo aprovechar su superioridad numérica durante cerca de media hora. No en vano, el equipo gijonés tuvo las ocasiones más claras para llevarse la victoria en un duelo de altura, pero se encontró con su propio desacierto en los metros finales y con la figura de Gabri bajo palos, muy seguro. A partir de la expulsión del meta Nacho primero y, de Jony después, el Tuilla pudo pelear por el partido, pero no tuvo las ideas para atacar a un equipo con solo nueve futbolistas.

El inicio del choque era prometedor, con dos equipos intensos y guardando un gran respeto dada la inmensa calidad que había sobre el césped. Pero también apareció el buen fútbol, principalmente en los locales, con un juego más elaborado y de toque. Así tuvo a la media hora la opción de adelantarse por medio de Juan Menéndez, pero Borja Noval se cruzó en su camino. Y del posible 1-0 se pasó al 0-1 en un pase en profundidad que recibió Fidalgo, se fue de la salida de Nacho y encontró a Álvaro Pozo en boca de gol para marcar. La reacción no se hizo esperar y diez minutos más tarde, una jugada de tiralíneas acabó con el pase atrás de Josín hacia Juan Menéndez, que cruzó el balón para poner la igualada antes del descanso.

En la segunda mitad, el Ceares tuvo el partido principalmente en los pies de Javi Gutiérrez, que erró hasta en tres ocasiones -alguna de ella con intervención de Gabri de por medio- y en Pablo Martínez, que se encontró con los pies del portero arlequinado. Todo cambió a partir del minuto 63 en una falta de comunicación entre Rafa y Nacho, que acabó con el guardameta haciendo mano fuera del área. Y se agravó la situación para el Ceares con la expulsión por doble amarilla de Jony a diez minutos del final. En todo ese tramo, el Tuilla fue incapaz de encontrar las ideas para aprovechar la superioridad y el Ceares tiró de coraje para firmar un empate que le confirma como una realidad.