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Los primeros en afición

Los socios número 1 del Sporting y el Oviedo sellan su sana rivalidad con un amistoso encuentro en el Club de Regatas de Gijón | "Cuando eres tan hincha, lo pasas mal", dicen estos aficionados, que lamentan que "no volveremos a ver un derbi en Primera"

Los primeros en afición

El abrazo es cordial, sincero, entrañable. Se nota el aprecio mutuo, emana simpatía porque cada uno sabe lo que ha pasado el otro. Lo que ha sufrido. "¿Desanimarme? Siempre. Cuántas veces hubo que no fui al campo, pero nunca quise darme de baja", arranca Luis Álvarez, 87 años, socio número 1 del Oviedo. Casi nada. A su lado ejerce de anfitrión Miguel Ángel Fanjul, 94 años, socio número 1 del Sporting y número 2 del Real Club de Regatas de Gijón, donde se produce este encuentro del que es testigo LA NUEVA ESPAÑA. "El Oviedo va por delante, por lo tanto el protagonista tiene que ser él", concede Fanjul con toda la elegancia y sin un ápice de rivalidad.

Se conocen desde siempre porque Luis Álvarez, ovetense de pro, ha veraneado en Gijón desde niño. Primero, de pequeño, en el piso que la familia tenía en la calle Capua y ahora en su propia casa en Granda. Fue en aquellos veranos de infancia cuando trabó amistad con el hermano pequeño de Miguel Ángel Fanjul. Y la relación entre ambos ya nunca se perdió. "Mi hermano nació en 1930, como él, pero es que yo nací cuando Pelayo", bromea el gijonés que sigue con la chanza reprochándole a su interlocutor su "juventud": "Lo que pasa es que éste es mucho más joven. Es un neñu y con neños no trato". Y los dos se ríen con ganas.

La conversación fluye por donde ellos quieren, porque regatean con buena cintura las preguntas planteadas. "De fútbol no nos preguntes, porque casi no vamos. Miramos el resultado, nos gusta que nuestro equipo vaya delante y nos alegramos cuando gana el nuestro y cuando pierde el otro", resume Fanjul. Luis Álvarez toma el testigo de su amigo y confirma que "soy socio, pero no suelo ir al fútbol". Y eso que esta temporada ha encontrado una buena razón para regresar al Carlos Tartiere: "Hacía tiempo que no iba, pero ahora empezaron los nietos a querer que vaya con ellos". Y qué abuelo se resiste a los deseos de sus nietos...

"Vaya dos que nos hemos juntado aquí", espeta Luis Álvarez cuando la conversación fluye hacia su condición de socios número 1 de los dos principales clubes de fútbol asturianos. "Esto se consigue a base de años y de mucha paciencia", tercia Fanjul. A la receta le falta un ingrediente primordial, que es la fidelidad a unos colores, a un sentimiento. "Y a base de aguantar mucho", salpimenta Luis Álvarez, que aún tiene fresca la trayectoria reciente de su Oviedo. El veterano aficionado azul casi repasa en voz alta que "hemos vivido de todo. Fanjul es mayor que yo, pero también le tocaron épocas buenas y malas". La pregunta es obvia: ¿nunca pensaron en borrarse? De nuevo es Miguel Ángel Fanjul quien resuelve la cuestión tirando de sorna gijonesa. "Lo que pasa es que ya tenemos una edad y se nos olvida darnos de baja", apunta con ironía, porque no parece fácil romper con las que han sido grandes pasiones de sus vidas.

Si han dejado de ir al fútbol es, principalmente, por los disgustos recientes que les han dado sus clubes. "Cuando el equipo va mal, eres tan hincha que lo pasas mal", lamenta Luis Álvarez. El encuentro no puede ser más amable y se plantea en seguida la necesidad de repetirlo. LA NUEVA ESPAÑA se ofrece a juntarlos de nuevo para vivir el regreso de los derbis a Primera división. "El derbi en Primera no lo volveremos a ver nosotros. A lo mejor sube uno de los dos de casualidad, pero los dos no". Luis Álvarez muestra, por primera vez en la conversación una vis pesimista, como de aficionado acostumbrado a sufrir. A su lado, Miguel Ángel Fanjul asiente, compartiendo el desánimo.

La conversación se interrumpe continuamente porque son muchos los amigos que se acercan a saludarlos y enseguida les reclaman para comenzar la comida. Queda tiempo para una última foto en la privilegiada terraza que se asoma directamente al Cantábrico. "No lo arrimes mucho que los de Oviedo le tienen miedo al mar", desliza Fanjul para constatar que, por muy sana que sea, la rivalidad necesita de un puntito de picante. Luis Álvarez agarra del brazo a Fanjul en un gesto de amistad mientras posan y el encuentro se sella con el abrazo de dos amigos que también son rivales. Son los primeros en afición.

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