El triunfo del Barcelona anoche en Anoeta bajó el telón a la primera vuelta de una Liga que nadie imaginaba así en su ecuador: con el equipo azulgrana líder a 19 puntos, uno por cada jornada disputada, del Madrid, que acaba más cerca del descenso que de la cabeza.

Después de arrollar al Barcelona en la Supercopa de España y firmar un inicio ilusionante, demasiado quizá, la vida se le ha vuelto groseramente del revés al conjunto de Zidane, que trota desnortado por la competición doméstica sin argumentar motivos concretos. Ni el técnico ni los jugadores dicen encontrar explicación al insólito tembleque blanco, cuatro derrotas y cinco empates en 18 partidos, números de equipo trotón, impropios del vigente campeón. El escenario hoy en Chamartín es de desconfianza máxima, al punto de que el Leganés, rival en cuartos de final de Copa, puede convertirse hoy en un hueso para los blancos. El PSG de Neymar y Mbappé amenaza, por cierto, en un mes.

El estruendoso derrumbe canta especialmente en los números, de donde pueden salir algunas explicaciones al hundimiento del Madrid. Por ejemplo: la negación de cara a gol. Los blancos llevan este curso 32 goles, 19 menos que la temporada pasadas a estas alturas. Para encontrar un registro goleador tan bajo hay que retroceder once temporadas. El Madrid está negado de cara a puerta y eso que lidera el ranking de disparos de la Liga (348). Ante el Villarreal, por ejemplo, disparó 28 veces sin premio. El equipo crea peligro, pero su dominio no se traduce en goles. De hecho, lleva dos partidos en el Bernabéu sin anotar. Necesitan los de Zidane cuatro disparos para hacer gol (el Barça marca cada 2,6) y eso, inevitablemente, señala a tipos como Benzema o Cristiano. El luso representa, de alguna manera, este agujero en el que está metido su equipo. Sus registros ligueros son los peores desde que viste de blanco, con cuatro tantos en 1.156 minutos, uno cada 289. En su época más lúcida, por ejemplo, llegó a anotar cada 65 minutos. Al portugués le salva la Liga de Campeones, título al que se agarrará el Madrid para salvar la temporada.

La falta de gol se une también a la fragilidad defensiva . Los blancos han perdido contundencia, encaja más goles (17) y le rematan más. Aquí también asoma el bajo estado de futbolistas como Marcelo o Sergio Ramos. En la medular, Modric, Casemiro y Kroos pierden un tercio más de balones que perdían el año pasado, quizá producto de la falta de confianza general del equipo. La planificación de este curso, con la marcha de jugadores contrastados como Morata, Pepe o James y su recambio por jóvenes como Ceballos, Vallejo, Llorente o Borja Mayoral, tampoco ha dado sus frutos. La incidencia de estos últimos es mínima. Además, Zidane ya ha dicho que está contento con la plantilla y que no quiere refuerzos invernales para un equipo sedado, que necesita una reacción inmediata.