Miramar vivirá mañana (17.30 horas) uno de los partidos más atractivos de la temporada entre el Marino y el Langreo, segundo y tercero de la tabla respectivamente separados sólo por dos puntos, y dos equipos que presentan unos números muy similares. Ambos cuentan con bajas, Fassani y Viesca por los locales y Álvaro Cuello y Álvaro García por los visitantes, pero la moral es muy alta y los dos confían en sumar tres puntos vitales.

Un partido muy atractivo que el técnico marinista, Oli Álvarez, ve como "un buen aprendizaje" cara al play-off de ascenso porque, señala, "suelen ser resultados cortos y que se suelen decidir por pequeños detalles", aunque en su opinión no es una final. "Son tres puntos importantes porque estamos en diferencias mínimas pero no definitivos porque aún queda mucha pelea. Habrá que ganar muchos partidos para estar arriba y nunca se sabe donde se pueden dejar puntos", señaló.

El Langreo tiene "un plantillón que nos va a exigir muchísimo", en palabras de Oli, pero el técnico se fija más en su equipo que en el rival y anuncia que "no vamos a cambiar nuestro estilo porque no lo hicimos con nadie como local". Y se explica: "Fuera nos tuvimos que adaptar pero en Miramar la línea es clara desde el principio porque nos sentimos fuertes y cómodos, y vamos a jugar como siempre sin renunciar a nosotros mismos".

Oli confía en que Miramar presente un buen aspecto "porque la buena trayectoria del equipo hizo que gente se haya ido enganchando poco a poco" y, señaló, "necesitamos su ánimo en estos partidos".

El técnico, por último, ve este año a los equipos asturianos con opciones serias de subir. "Yo creo que esta exigencia tan grande va a ser buena para que pueda ascender cualquiera de los cuatro que se metan y será bueno para el fútbol asturiano compensar alguno de los posibles descensos".