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El salmón ya no remonta

Los ríos asturianos registran hoy casi mil quinientas capturas - de salmónidos menos que hace diez años

El salmón ya no remonta

La temporada de pesca con muerte se abrió en Asturias el pasado domingo y los ríos asturianos acogen a cientos de pescadores que cada semana acuden con ilusión a probar suerte para intentar sacar un salmón. Pero en la última década han visto descender las capturas en casi mil quinientos salmones.

A pesar de la imposición de una temporada de pesca sin muerte cada año y de los trabajos de la sociedades de pescadores que se implican en llevar a cabo repoblaciones en los principales cauces, los datos de la presencia del salmón en Asturias ofrecen una radiografía muy pesimista. Si se hace la comparativa desde el año 1948, año en que se hicieron los primeros recuentos oficiales de los salmones, hasta el año pasado, todos los ríos salmoneros del Principado han visto mermadas sus capturas pasando de más de mil ejemplares por año hasta los mínimos registrados en 2017.

El número de salmones en los cauces asturianos es variable, pero se puede apreciar un descenso pronunciado del número de ejemplares y prácticamente constante desde que se tienen datos. Por ejemplo, el año pasado se capturaron 55 peces en la cuenca del Cares-Deva, una cifra que se queda muy por debajo de los 1871 que se pescaron en el año 1969. Fue en 1978 cuando de esta cuenca -que contabiliza en Cantabria- salieron por última vez mil salmones, desde ese año las capturas fueron cayendo en picado hasta llegar al mínimo de 2017.

La cuenca del Nalón-Narcea es la que la goza de mejor salud. En 2017 doscientos cuarenta y nueve salmones salieron de estos dos ríos, que son también donde las sociedades de pescadores "Las Mestas del Narcea" y "Fuentes del Narcea" llevan a cabo trabajos de repoblación. Este año se soltarán en estos dos afluentes 250.000 alevines.

El Navia lleva vedado desde el año 2010, aunque en 2005 se permitió pescar y se sacaron cinco ejemplares. El que fuera el río mas salmonero de la región ha quedado reducido a la pesca de trucha; y es que los tres embalses construidos en su curso natural han sentenciado el futuro del salmón en este río.

El Sella, donde este año se capturó el campanu de Asturias, también registra un importante descenso de capturas: así en 2005 se sacaron 1.100 salmones de este río. 2.737 en el año 1985, 2.781 en 1959 y el año pasado sólo 148. El Esva tienen su propia radiografía y es que éste no era un río salmonero, pero gracias a las repoblaciones se consiguió que hubiese presencia de salmónidos en el cauce.

Los datos en cuanto a capturas en el Esva siempre han sido más discretos en comparación a otros ríos salmoneros, aún así mantiene la presencia de la especie.

Diez se capturaron en este río el año pasado, que ofreció su máximo histórico en 1986, con 807 salmones. Si se analizan las capturas globales en Asturias el mejor año fue 1980 con un total regional de 6.074 salmones capturados. Pero las circunstancias han cambiado en las cuencas, la presencia de salmones es cada vez menor, se ha llevado a cabo durante muchos años una pesca indiscriminada que ha mermado la presencia de la especie, esto sumado al impacto de los embalses que no permiten a los peces subir el cauce y alcanzar las zonas más altas ha provocado un descenso brusco de las cifras. En 2017 se pescaron en Asturias 498 salmones. Ahora la sociedades piden que se apliquen controles de cormoranes grandes, un ave depredadora de los peces y que, según los ribereños, está terminando con la presencia de la especie en los afluentes pese a los cupos restrictivos y las repoblaciones.

Más información en la página 46

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