Al Marino de Luanco sólo le queda emular a Luis Aragonés para ser campeón de Liga. Es decir, tiene que ganar, y ganar, y volver a ganar para poder meter presión al Oviedo B en su pugna por quedar primero y tener ventaja de cara a la promoción de ascenso a Segunda B. El primer rival, de las cuatro finales que le quedan a los luanquinos, es el Llanera. Una escuadra que aunque deportivamente no puede bajar a Regional, los arrastres al final de temporada podrían darle un susto.

Así el que en Pepe Quimarán se darán cita dos equipos con necesidades contrapuestas. Con cinco puntos de desventaja con el Vetusta, los de Oli tienen que seguir la senda goleadora que recuperaron ante el Covadonga. Y confiar, en que como ha venido sucediendo a lo largo de la temporada, los equipos de mitad de la tabla, como lo es precisamente el Llanera, no vuelvan a generar problemas.

Oli contará con las bajas, ya sabidas, de Óscar Pérez y de Carlos Viesca, por lesión. Tampoco estará Borja Fernández, que cumple ciclo de tarjetas amarillas. El que vuelve, tras haber cumplido un partido de sanción, es el extremo derecho Iván Fernández, que ayudará a su equipo, contribuyendo a que el Llanera corte su racha de tres partidos seguidos sin perder. Por ejemplo, la semana pasada sacó un meritorio empate contra el, siempre complicado, Tuilla.

Como precedentes, en la ida, el Marino ganó dos goles a cero, mientras que la pasada temporada, cayeron los luanquinos por dos goles a uno, un resultado que alejaría el primer puesto.