El entrenador del Marino de Luanco, Oli, indicó que "nos costó entrar en el partido, ya que nos faltó contundencia y jugar más en campo contrario, como solemos hacer. A partir del 2-0, nos soltamos y empezamos a ser el equipo que queremos. En el segundo tiempo, estuvimos muy bien, mejoramos y merecimos más premio porque hemos tenido varias ocasiones claras".

Oli aseguró que "el equipo se encontró a gusto en la segunda parte, pero regalamos veinte minutos de la primera y lo pagamos muy caro. Luego, encajamos el tercer gol en un rechace que le cae a Quintero sólo en el otro palo, mala suerte, ya que el 2-1 era un buen resultado".

La estampa que se pudo ver ayer en el bar "Vía Apia" de Luanco -en la imagen- evocó aquellos años en los que el fútbol era más "radiado" que televisado. Como ninguna tele emitió el partido, la afición lo siguió por la radio.