El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, denunció ayer que los anteriores gestores de la Federación, cuya cabeza visible era Juan Luis Larrea, contrató un viaje de dos millones de euros al Mundial de Rusia para directivos, patrocinadores y familiares, y lo calificó como un "despilfarro tremendo". Rubiales dijo que ese gasto, que ya no se puede evitar, afectará a la negociación de las primas de España. Rubiales aseguró que desconoce si este tipo de cuestiones eran habituales antes en la RFEF, pero recalcó: "Se han hecho las cosas muy mal. Conmigo no se van a hacer así. No lo voy a permitir. Esto ya no se puede devolver y se va a tener que hacer, pero hay que empezar a contener el gasto", dijo.