Oviedo, Ignacio AZPARREN

La vivienda es la tercera gran preocupación de los españoles, después del terrorismo y del paro, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). En un tema tan controvertido, Paloma Taltavull tiene mucho que decir. Como profesora titular de la Universidad de Alicante, es experta reconocida en la materia. Taltavull participó esta semana en los cursos de verano organizados por la Universidad de Oviedo y dio su punto de vista sobre la situación del mercado inmobiliario en España.

-¿A qué se debe el incremento de precios de la vivienda en España?

-A los factores de demanda. Éstos son los que impulsan el proceso de subida de los precios: el crecimiento de la población, la inmigración, una mayor capacidad de compra... Ahora ya se ha reducido mucho, debido a la elevación de los tipos de interés, pero durante diez años hemos tenido una capacidad de compra extraordinaria gracias a los bajos tipos de interés y a un mercado hipotecario muy flexible. Sin embargo, el crecimiento de los precios ha sido menor de lo que debería, porque la oferta ha reaccionado de forma muy flexible. No ocurrió lo mismo en los 80, cuando los precios estaban muy por debajo de lo que les correspondía, pero la oferta no reaccionó así y hubo una sobreaceleración de los precios que limitó la capacidad de compra.

-¿Existe algún modelo europeo que experimente una evolución en su mercado inmobiliario parecida a la española?

-Sí, hay varios. El crecimiento de los precios en las viviendas, aunque pensemos que es local, no lo es. Es un fenómeno internacional. Actualmente hay muchos estudios que hablan de ciclos globales de precios. En Europa, en el mismo período, los precios han crecido con una intensidad similar o superior en lugares como el Reino Unido, Irlanda, Holanda y los países nórdicos.

-¿Por qué en España no se ha implantado, como en otros países, el alquiler de viviendas?

-Porque la adquisición de viviendas está ligada al hábito de la población, a sus costumbres. Esta tendencia puede cambiar, pero nunca a corto plazo. A lo largo de 40 años el parque en alquiler en España se ha ido reduciendo, como consecuencia de la expansión de la construcción y de una regulación que potencia el acceso en propiedad a la vivienda. Ha hecho que las familias cambien su óptica de cómo consumir la vivienda y se ha generalizado un sistema de consumo en propiedad.

-¿Qué efectos ha tenido este cambio de tendencia?

-Ha provocado que haya sectores de los hogares que no han tenido acceso a la vivienda en propiedad. La situación para algunas familias es muy mala: emplean más del 50 por ciento de su sueldo en comprar un piso. El incremento en la oferta de alquiler es una herramienta que hay que usar para cambiar esa mentalidad. El alquiler presente tiene unos precios muy altos, puesto que las reglas son las mismas que para la adquisición de viviendas, pero no debemos olvidar que el hecho de que la población sea propietaria tiene un efecto riqueza; a las sociedades adelantadas les interesa que sus ciudadanos adquieran viviendas en propiedad. Por ejemplo, en Estados Unidos el Gobierno de Bush comenzó una política muy activa para incentivar la propiedad. A los países les interesa que el ciudadano sea propietario de las viviendas, pero esto deja fuera a sectores que necesitan la figura del alquiler. Hay que buscar el equilibrio.

-¿Es una solución incrementar las viviendas de protección oficial?

-No lo tengo muy claro. Es evidente que deben existir estas medidas, porque dan agilidad y permiten corregir los fallos del mercado, pero también es un término muy ligado al concepto político y depende en exceso de él. No soy partidaria de que desaparezcan, pero tampoco de que se incrementen mucho más.

-¿Hasta cuándo durará el actual ciclo inmobiliario?

-Creo que este ciclo tiene todavía 15 años de vida, porque las tendencias que empujan a la actual situación son a largo plazo. Seguramente estaremos sometidos a involuciones y habrá una restricción en el consumo por la subida de los tipos de interés, pero será temporal y se resolverá en dos o tres años.

-¿Cómo valora la gestión de la ex ministra de vivienda María Antonia Trujillo?

-Es la única ministra que ha potenciado una base de datos de transacciones, que ha incentivado el alquiler, que ha promovido un cambio en las regulaciones de suelo... Las políticas de alquiler están presentes en las políticas de vivienda desde principios de los años 90, en todos los partidos políticos, y en ningún caso han tenido éxito. Sin embargo, la ex ministra gestó la idea de que el alquiler hay que trabajarlo desde el mercado. Los efectos de su reforma se verán a largo plazo; es imposible tener resultados inmediatos. Ha hecho cosas que otros no han hecho, atacando los puntos sobre los que hay que actuar. Supongo que con la nueva ministra seguirán en la misma línea, porque las bases ya están puestas.