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Retorno a la banca de una dinastía financiera

Oviedo, Javier CUARTAS

El ex vicepresidente económico del Gobierno español y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato Figaredo (gijonés nacido en Madrid en 1949) nunca trabajó en la banca. Lo hizo en empresas constructoras, radiofónicas, publicitarias y agroalimentarias de la familia. Pero su incorporación el próximo febrero al banco de negocio estadounidense Lazard como director general senior de banca de inversión será más un retorno que una llegada, porque la banca y las finanzas han formado parte desde el siglo XIX del devenir de las dos dinastías de los negocios de los que desciende el ya ¿ex político? asturiano.

Su familia materna se involucra en la banca en el primer tercio del siglo XX. La estirpe aparece como coimpulsora del segundo Banco de Oviedo y del Banco Gijonés de Crédito, en 1920, pero también de la Banca Sela, y, ya en 1929, mediante fusiones y absorciones, da el salto a la gran banca nacional con su entrada en el Banco Español de Crédito (Banesto), de cuyo consejo de administración formó parte la dinastía durante décadas hasta la intervención de la entidad el 28 de diciembre de 1993. Muchos de sus primos y parientes maternos han estado, y siguen estando, vinculados como directivos y ejecutivos a la actividad bancaria, bien en Banesto, Barclays y otras entidades.

Pero ya en el XIX algunos parientes de su familia materna están también en el origen del Banco Asturiano de Industria y Comercio (1899) y varios cuñados de este tronco familiar aparecen como copartícipes en el nacimiento del Crédito Industrial Gijonés (1900). Algún otro pariente figura también tras la guerra civil como vocal de Caja de Ahorros de Asturias.

La familia paterna de Rodrigo Rato no ha estado menos exenta que la materna de vínculos e implicaciones bancarias.

Un bisabuelo paterno del ex director gerente del FMI fue miembro del consejo del Crédito Ibero Americano y del Banco Popular de León XIII, y fue asesor jurídico del Banco Hispano Colonial y del Banco de Castilla. La familia de su esposa tenía intereses también en el Crédito Industrial Gijonés y la familia política del único hijo varón de este matrimonio había tomado parte en el primer Banco de Oviedo (1864-1874) y en el origen de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Oviedo (1881).

El otro bisabuelo paterno de Rodrigo fue secretario del Banco de Comercio, de La Habana, y otro Rato participó en 1905 en la fundación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Gijón y fue consejero del Banco de Gijón (1899). Los Rato emparentaron a su vez con los banqueros asturianos Caicoya y Vigil-Escalera y con varios accionistas relevantes y cofundadores del Banco Hispano Americano (1900).

A todos estos antecedentes se añadió el raudo protagonismo bancario que asumió el padre de Rodrigo Rato en la banca española cuando a partir de 1953, ya casado con una hermana de dos consejeros del elitista Banesto, se hizo con el control de dos entidades bancarias locales, que rebautizó como Banco de Siero y Banco Murciano, y con las que acometió una significativa expansión. Fue finalmente la compra de un banco suizo, al que rebautizó como Banque Siero, con oficinas en Suiza y Bélgica, y con propósito no consumado de expandirlo a Holanda e Hispanoamérica, lo que lo llevó a la cárcel por el régimen de Franco en 1966.

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