Oviedo,

Javier CUARTAS

La oferta pública de adquisición de acciones (opa) que la familia Cosmen Menéndez-Castañedo y el fondo de capital riesgo CVC pretenden formalizar por el 81,34% de la multinacional británica de transporte National Express (NX) que aún no domina la estirpe asturiana podría prolongarse aún varios meses, según las estimaciones de los analistas. Uno de los informes disponibles, emitido el pasado día 3 por la consultora Pali Event Driven Investment Research, apunta a que el proceso podría durar hasta finales de año.

El consejo de administración de National Express, compañía de autocares, autobuses, ferrocarriles y tranvías que opera en Reino Unido, EE UU, Canadá, España, Portugal y Marruecos, decidió el viernes autorizar a los impulsores de la opa para que realicen una auditoría interna del grupo («due diligence») y ha dado de plazo, corroborado por el regulador del mercado, hasta el 25 de septiembre para que formalicen definitivamente su oferta o desistan.

La familia asturiana Cosmen y su aliado financiero CVC, que pretenden hacerse con el 100% del mayor grupo británico de transporte por carretera y uno de los grandes operadores europeos del sector, han renunciado sucesivamente a casi todas las condiciones que habían establecido en un principio para formalizar la operación de compra. Con ello tratan de garantizar su aceptación y facilitar que llegue a buen puerto.

Ahora ya sólo quedan en pie -y relativamente- tres incertidumbres: Cosmen y CVC han dicho que presentarán la oferta, salvo que el consejo de administración de NX se oponga a la opa, que la auditoría interna aflore realidades económicas o patrimoniales insospechadas que distorsionen la operación y que no se alcance un acuerdo con la banca acreedora para renegociar la voluminosa deuda de NX (1.200 millones de euros).

Pero todo apunta a que estos tres condicionantes o han sido ya despejados o están en camino de serlo. El consejo de NX no recomendó el viernes la opa a sus accionistas, pero por vez primera no se ha opuesto a ella ni la ha rechazado. A su vez, la «due diligence» es un requisito del que no se esperan sorpresas. Como señalaron el viernes los diarios londinenses «The Guardian» y «Daily Telegrah», «con Jorge Cosmen a bordo (el presidente del grupo Alsa es presidente segundo, aunque no ejecutivo, de NX) el proceso de auditoría no debe tomar mucho tiempo» y «se considera poco probable que se descubra algún problema». Y en cuanto a la refinanciación de la banca, la consultora Pali ya señaló hace una semana que el consorcio formado por Cosmen y CVC «está bastante bien posicionado con los bancos».

Por el camino, los Cosmen y CVC han renunciado a exigir la continuidad en poder de NX de las concesiones ferroviarias C2C y East Anglia (que el Gobierno amenaza con retirarle) y la prórroga de esta última. Y tampoco condicionan el curso de la opa a que se materialice o no el preacuerdo alcanzado con el grupo de transportes escocés Stagecoach, por el cual éste se reserva la posibilidad de adquirir los buses urbanos británicos y los trenes de National Express a Cosmen y CVC, una vez que éstos se hayan hecho con el 100% de NX.

La viabilidad de la oferta se ha fortalecido con el concurso de un poderoso grupo financiero (CVC), que respalda con recursos el proyecto de los Cosmen, quienes, además de dinero, ponen el conocimiento del negocio.

Pero también el acuerdo al que llegaron ambos con Stagecoach ha sido decisivo. Y por cuatro razones.

Primero, porque, de triunfar la opa y de materializarse la posterior compra por Stagecoach de varios negocios de NX, como se ha apalabrado, Cosmen y CVC empezarán a hacer caja de inmediato, muy poco después de haber desembolsado en efectivo los 712,54 millones que ofrecen por el 81,34% de NX que aún no controla la familia asturiana. Con los recursos obtenidos por la venta de buses y trenes aliviarán la carga financiera que soporta NX.

Pero, además, desprendiéndose de los trenes, eludirán el resquemor del Gobierno contra NX por haber renunciado a la línea ferroviaria East Coast Main Line. Y, por añadidura, el pacto con Stagecoach, que estaba amagando con lanzar su propia opa sobre NX, deja unido al carro de Cosmen un potencial competidor por el control de la multinacional. Ahora Stagecoach se ha comprometido a renunciar a cualquier operación mientras esté en curso la de Cosmen y CVC. Y eso ha dejado también a NX privada de un eventual aliado frente a CVC, tal y como pretendía algún accionista de National Express.

Aunque todo apunta a que la auditoría interna no aportará sorpresas (los Cosmen se sientan en el consejo de administración de National Express desde el 1 de diciembre de 2005), lo previsible es que se agote el plazo concedido por NX para examinar los libros y la situación patrimonial de la compañía.

Esta exigencia no es sólo un ritual. Los Cosmen, aunque miembros del consejo, no han tenido cargos ejecutivos, y en último término deben disipar cualquier duda a su socio, CVC Capital Partners, a las entidades que los asesoran (BBVA, Citigroup y Arcano), a los bancos que los respaldan financieramente y también a las instituciones de crédito con las que están tratando de refinanciar la deuda de NX.

Eso sitúa el lanzamiento formal de la opa en la fecha tope del próximo día 25 a las cinco de la tarde. Según el informe de la sociedad Pali, a partir de ahí se abriría un plazo de casi un mes para la recomendación, al que seguiría, períodos de corroboración, otro para hacer efectivos la operación y el acuerdo final.

Estimativamente, Pali sitúa el fin de la opa a finales de diciembre, aunque no cabe descartar que los plazos se acorten. Así, por ejemplo, Pali preveía la concesión de cuatro semanas para que Cosmen y CVC realizasen la auditoría, y finalmente el plazo otorgado ha sido de 14 días, por más que el viernes, en sus comunicados oficiales, NX no descartase ampliarlo si fuese preciso y así lo pactasen las partes.

Si se culmina el control al 100% de NX por Cosmen y CVC, se estará ante la mayor compra corporativa internacional realizada por una estirpe asturiana y la más ambiciosa y compleja operación bursátil desencadenada desde Asturias y España en la «city» financiera de Londres por un grupo estrictamente familiar.

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