Madrid, Agencias

El Ministerio de Fomento retiró ayer la licencia de vuelo a Air Comet debido a su «situación de insolvencia», horas después de que una resolución judicial en el Reino Unido diera la puntilla a la aerolínea propiedad del presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y de Gonzalo Pascual. Centenares de pasajeros quedaron en tierra mientras el Gobierno se ha hecho cargo de buscar alternativas para un colectivo formado, sobre todo, por inmigrantes latinoamericanos que estos días regresan a sus países de origen para celebrar la Navidad. Dirigentes de partidos de izquierda criticaron ayer que Díaz Ferrán siga al frente de CEOE. El líder de la patronal ha descartado dimitir.

El hundimiento de Air Comet quedó certificado ayer tras anunciar la empresa a los sindicatos que presentara un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a los 700 trabajadores de la aerolínea y una solicitud de concurso voluntario de acreedores. Díaz Ferrán y Pascual tomaron ese camino después de que la Corte Suprema de Londres obligara a la empresa a abonar, antes del pasado lunes 17,4 millones de euros que se adeudaban al banco alemán Nord Bank. De incumplir ese plazo, los aviones serían inmovilizados.

El Ministerio de Fomento español tomó cartas en el asunto y Aviación Civil intentó convencer al banco alemán para que permita a Air Comet seguir volando, al menos, hasta Semana Santa. El objetivo del organismo público era evitar que miles de pasajeros queden en tierra en plenas fechas navideñas, al igual que ocurrió con Air Madrid hace justo tres años. El ministro José Blanco reveló que Air Comet rechazó una propuesta del banco con el que negocia su refinanciación alegando que la «compañía no tenía dinero ni para combustible».

La aerolínea opera vuelos a Guayaquil y Quito (Ecuador), Lima (Perú), Buenos Aires (Argentina), Bogotá (Colombia) y La Habana (Cuba) y tiene una media de 1.500 viajeros al día. Fuentes gubernamentales estimaron que puede haber unos 7.000 pasajeros afectados. Fomento negociaba ayer con otras compañías para buscar transporte alternativo. Ayer se produjeron las primeras protestas protagonizadas por clientes de Air Comet en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Unos doscientos pasajeros cortaron uno de los accesos al aeródromo.

El director de Air Comet, Eduardo Aranda, comunicó ya el lunes al comité de empresa el cierre de la compañía. La aerolínea acumula deudas que pueden rondar los 100 millones de euros. La aerolínea llevaba meses con problemas y sin pagar a empleados y proveedores, víctima del hundimiento de la demanda del sector aéreo.

Caja Madrid abrió días atrás un expediente contra Gerardo Díaz Ferrán por el impago de créditos por valor de 26,5 millones concedidos a sus empresas. La entidad comunicó al líder de la CEOE que ese impago puede acarrearle la destitución como miembro del consejo de administración de Caja Madrid.

La pasada semana, al calor de ese movimiento de la caja madrileña y de la delicada situación de las empresas de Díaz Ferrán, que alcanza también al grupo Marsans, el presidente de la CEOE puso su cargo a disposición de la dirección de la patronal, que hizo piña en su defensa. Un portavoz de la CEOE reafirmó ayer ese apoyo.

Algunos dirigentes del PSOE, ERC, BNG criticaron la continuidad de Díaz Ferrán. El PP abogó por «deslindar» los problemas de Air Comet y las responsabilidades institucionales del líder empresarial. Los ministros José Blanco (Fomento) y Celestino Corbacho (Trabajo) respondieron que la decisión sobre mantenerse o no al frente de la patronal es un asunto que compete sólo a la CEOE y a su presidente. Díaz Ferrán ha afirmado, en declaraciones al diario «El Mundo», que la situación de Air Comet supone un duro golpe, pero que no pensaba en la dimisión.