Madrid, Agencias

Los españoles tendrán que ir «reflexionando» sobre la necesidad de elevar la presión fiscal, que se sitúa por debajo del 31 por ciento, diez puntos inferior a la de los países europeos más avanzados socialmente. Ésta es la advertencia que ayer dejó caer la ministra de Economía, Elena Salgado. «Vamos a ver qué margen nos da el incremento de impuestos que hemos hecho en el Presupuesto de este año, el margen que nos da el crecimiento económico, pero evidentemente a cinco, a diez, a quince años vista, será una reflexión que los españoles tengamos que hacer», afirmó.

La Ministra también se refirió a otro de los campos donde cabría hacer nuevos ajustes para equilibrar las cuentas públicas. Salgado indicó que el Gobierno va a reducir la oferta pública de empleo de tal manera que por cada diez empleados públicos que se jubilen este año sólo se repondrá uno. Eso sí, matizó que el Ejecutivo no contempla «de momento» congelar el sueldo de los empleados públicos.

Según lo acordado con los sindicatos, el total de plazas públicas no superará este año el 15 por ciento de la tasa de reposición y se concentrará en los sectores que se consideren «esenciales y prioritarios». Así, esta limitación no se aplicará en Justicia, Sanidad, Educación, políticas de empleo, instituciones penitenciarias o los municipios de menos de 50.000 habitantes. En cuanto a los salarios de los empleados públicos, Salgado indicó que para este año ya se ha pactado con los sindicatos un incremento del 0,3 por ciento, que, según cálculos del Gobierno, supone un coste aproximado de 50 millones de euros.

Salgado, en una entrevista en RNE, analizó los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que confirmaron que España seguía en recesión en el cuarto trimestre de 2009, cuando la economía cayó el 0,1 por ciento, aunque el Gobierno cree que ahora el producto interior bruto (PIB) ya está creciendo. Según el INE, esta caída llevó a un deterioro interanual del 3,1 por ciento, mientras que en el conjunto del año el retroceso fue del 3,6 por ciento, con lo que se cumple la previsión para 2009 que hizo el Gobierno.

La ministra de Economía y Hacienda señaló que el dato «no es un buen resultado», si bien muestra «una clarísima desaceleración», con una caída «mucho menor» que en los trimestres anteriores. «Yo creo que el próximo trimestre irá en esta misma dirección», afirmó.

Otro de los asuntos a los que respondió fue al encuentro con el consejo editorial del diario británico «Financial Times», cuya posición sobre la economía española cambió y se suavizó tras el encuentro con la Ministra. «Yo no lo he seducido», bromeó Salgado, que, añadió, se limitó a explicar «con todo detalle» un plan de ajuste «creíble». El diario económico aseguró el miércoles que «España es muy diferente de Grecia» y que su programa para reducir el déficit al 3 por ciento del PIB en 2013 es «un plan serio», aunque recordó que el país debe lograr esta vez «un crecimiento sostenible» y solucionar sus problemas en el mercado laboral.

La Ministra también admitió que parte de la culpa de los problemas que surgieron en los mercados bursátiles la semana pasada, tras los anuncios realizados por el Gobierno de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años y ampliar el cómputo de los años trabajados para la pensión de 15 a 25, se debió a «errores de comunicación» y asumió sus dificultades para explicar sus ideas. «Todo eso se concentró en muy pocos días, pero afortunadamente de esa situación ya hemos salido y además aprendiendo».

Pero asumir estos errores no supone que no hayan influido otras cuestiones, que atribuyó en otra parte importante a los especuladores, que actuaron todos en la misma dirección con el deseo de ganar dinero a corto plazo. «Cuando esto se concentra en una economía, el mercado de valores puede sufrir durante un día, dos o tres, pero si los fundamentos de la economía son sólidos, como es el caso de España, es una situación pasajera (...). Los mercados al final vuelven a los fundamentos económicos y lo que hace falta es resistir estos ataques centrados en el día a día», subrayó.

La vicepresidenta económica aseguró que ahora lo más importante para el Gobierno es la protección social, y situó casi al mismo nivel, o al menos muy cerca, la reducción del déficit público. «Ahí es donde nos jugamos la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas, y eso va a comportar decisiones difíciles y momentos complicados en los próximos años», subrayó.

En este marco, Salgado pidió al PP que haga que las comunidades autónomas donde gobierna «adopten medidas para reducir el gasto público» y aclare si quieren reducir el déficit público para cumplir el pacto de estabilidad de la UE.

El que sí se comprometió fue el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, quien ayer defendió en Bruselas, donde participa en el Pleno del Comité de las Regiones de la UE, la «gran solvencia» de la economía española. Aseguró que del recorte del gasto de 50.000 millones de euros planteado por el Ejecutivo central, 10.000 millones corresponden a comunidades autónomas y ayuntamientos, y que en el caso de Asturias no supondrá «un sacrificio distinto» al que el Principado ha hecho este año para elaborar su Presupuesto.