Oviedo

Alsa se ha unido a su rival Avanza y a otras compañías de transporte de viajeros por carretera para conformar un «lobby» o grupo de presión contra la reforma del sector que plantea el anteproyecto de ley de Economía Sostenible. El asunto que más revuelo ha provocado es la posibilidad de que en una concesión pueda operar más de una compañía concesionaria, lo que alteraría la rentabilidad de los trayectos.

El grupo de presión constituido actuaría al margen de las patronales Fenebús y Asintra, según publicaba ayer el diario «Expansión». Los integrantes de este «lobby» ya han mantenido varias reuniones.