Madrid, Agencias

Las prestaciones por desempleo y la pérdida de puestos de trabajo han causado un impacto significativo en las cuentas públicas, según el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien achacó al mercado laboral una parte «no desdeñable» del aumento del déficit. Por eso, Fernández Ordóñez insistió en la necesidad de una reforma laboral que, en su opinión, es «la más necesaria de las reformas estructurales» y que junto con la del sistema financiero y la consolidación fiscal forman «los tres pilares» que necesita la economía española.

Durante su discurso de apertura del seminario sobre expectativas en el mercado laboral, organizado por el Banco de España y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Fernández Ordóñez afirmó que el gasto en desempleo representó en 2009 alrededor del 3 por ciento del PIB.

El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, propuso poner en marcha en España una protección para los trabajadores «progresiva», ya que considera «peligroso y equivocado» mantener al actual sistema español, en el que un trabajador temporal no tiene protección y el resto, sí. Esta dualidad resulta «contraproducente» para la economía española y para su mercado de trabajo, ya que dificulta a los españoles las posibilidades de encontrar un empleo estable, afirmó.

Blanchard apostó por descentralizar la negociación colectiva y acercarla a las pequeñas y medianas empresas, porque ahora son las grandes las que fijan los criterios para todas. Según dijo, el mercado de trabajo no depende de la legislación en sí, sino de cómo se implemente, de lo que se puede deducir que lo que funciona en un país no tiene necesariamente que funcionar en otro.