Esta semana la Bolsa ha vivido sesiones bajistas, fruto de la tensión en Oriente Medio y –especialmente- de la revuelta de Libia. Los conflictos en esta zona han provocado el repunte del precio del petróleo hasta niveles de 2008. Una situación que motivó la alarma en los mercados, con los inversores temiendo una subida de tipos adelantada. Con ello, los buenos datos macro y los resultados empresariales pasaron desapercibidos.

Desde la primera sesión semanal, el comportamiento bursátil estuvo condicionado por el "contagio" de los conflictos en Oriente Medio. Las protestas en Libia dispararon el precio del petróleo –con el barril de Brent rozando 120 dólares-, y concentraron la atención de los mercados europeos y americanos. Así, el lunes el Ibex bajó (2,33%) en su peor caída del año. En esta jornada también influyó el repunte de la prima de riesgo portuguesa, con la rentabilidad de sus bonos a cinco y a diez años por encima del 7%. Un escenario en el que la prima de riesgo española también se vio afectada, situándose sobre los 220 puntos básicos. Un nivel en el que se mantendría durante el resto de la semana. El martes, el agravamiento del conflicto motivó que Repsol anunciase la suspensión de sus actividades en Libia. En esta sesión la subasta del Tesoro se saldó con un encarecimiento de los costes de financiación y una demanda menor en las letras a tres meses –aunque no en las letras a seis meses-. Y, con todo ello, el Ibex cayó un 1%. La tónica bajista se repitió también en la jornada del miércoles (0,64%), mientras crecía el temor a que las tensiones inflacionistas propiciadas por la subida del petróleo forzasen al BCE a subir los tipos de interés antes de tiempo. El pesimismo se notaba también en las bolsas europeas y en Wall Street.

A partir del jueves, sin embargo, la Bolsa comenzó a respirar. Arabia Saudí anunció que, si fuera necesario, podría incrementar el suministro de petróleo a Europa para sustituir las exportaciones de Libia. Y con ello, logró frenar la escalada del crudo, posibilitando que los inversores valorasen los buenos resultados empresariales que se conocieron en Europa. Con ello, el jueves el Ibex cerró con calma (+0,13%) y el viernes aceleró la subida.

De cara a la semana que viene, se prevé mayor estabilidad en el mercado después de que la OPEP haya asegurado que el suministro de petróleo no peligra. En este contexto, y con relativa tranquilidad también en el riesgo soberano, el Ibex podría alcanzar un primer objetivo en los 10.800 puntos para llegar después a los 11.000. A ello también podrán contribuir los buenos resultados empresariales conocidos en esta semana.

ACCIONA

En los próximos días, la empresa presentará los resultados del pasado ejercicio. Algo que podría condicionar la evolución de los títulos en Bolsa, que en lo que va de año ya se han revalorizado un 29%.

PRISA

A pesar de que las acciones de la empresa se han revalorizado un 30% desde que comenzó 2011, todavía están por debajo de su nivel objetivo, cotizando en 1,98 euros. Una situación que podría cambiar si los resultados 2010 cumplen las previsiones positivas.

SOS

La compañía ha sufrido en lo que va de año una caída del 33% en sus acciones. Sin embargo, se prevén buenas cifras en los resultados de 2010 que presenta la semana que viene, por lo que podría haber un cambio de tendencia.