Oviedo, Javier CUARTAS

Capsa, la compañía dominada por la sociedad de ganaderos Central Lechera Asturiana, acaba de dar un paso en la profundización de su opción estratégica. El próximo cierre de la planta de Villaviciosa, adquirida por el grupo asturiano en 1999 a la multinacional suiza Nestlé, responde a la pretensión de reducir costes operativos y mejorar márgenes en un escenario de crisis de consumo y de endurecimiento de la pugna entre los fabricantes en su pulso por dominar los lineales de la distribución (hipermercados y supermercados) en un entorno en el que el consumidor apuesta por el factor precio como primera opción de compra.

Pero, al tiempo que una búsqueda de márgenes (por la doble vía de concentrar capacidad industrial en Granda, la principal factoría del grupo, y de abandonar categorías de producto en las que la marca Central Lechera Asturiana no ha conseguido una gran implantación), el cierre de Villaviciosa se enmarca en una apuesta de especialización estratégica.

La compañía que dirige Pedro Astals está en el trance de pasar de ser un operador universal, que actuaba prácticamente en todas las categorías de productos lácteos, a convertirse en un fabricante especializado en el mercado de los lácteos líquidos. La renuncia a seguir operando como fabricante de quesos fundidos y rallados -las dos especialidades, junto con los postres, de la factoría villaviciosina- responde a esa finalidad.

Los quesos rallados y los fundidos (lonchas, porciones y otros) ya fueron abandonados por Nestlé, razón por la que en 1999 puso en traspaso la fábrica.

Capsa trata de concentrar recursos y esfuerzos en las tres categorías en las que es líder nacional (leche, nata y mantequilla), en todos los cuales ha seguido reforzando su hegemonía en plena crisis, y en los que aspira a tener una posición en torno al 15% del mercado en 2015, con el objeto de alcanzar a medio o largo plazo el 20%.

Pero, además, la compañía se ha propuesto fortalecer su implantación de forma prioritaria en los derivados líquidos. Los sucesivos intentos frustrados de compra de Puleva (2010) y de Cacaolat (2011) tenían esa finalidad. Puleva hubiera dado a Capsa el liderazgo en leches enriquecidas y funcionales (ahora sólo lo es en leches básicas y en el acumulado total de leche) y además también en batidos, y Cacaolat le hubiera permitido acercarse al líder, Puleva, en este último tipo de producto. Los últimos lanzamientos realizados por Capsa van en la misma dirección: las bebidas de leche con té Horniman's en 2008, las leches infantiles con Hero (2010), la mantequilla líquida (2010) y las nuevas leches con fibra, jalea real y Naturcol (abril de 2011).

El cierre de Villaviciosa no supondrá el abandono del segmento de postres, aunque Capsa dejará de fabricarlos. Optará por subcontratar su elaboración. Esta fórmula ya la utiliza desde hace tiempo en las bebidas de soja (Alpro) y recientemente en una mermelada.

El cierre de Villaviciosa reduce sus plantas en Asturias a Granda (Siero), una de las mayores de la UE, y a la pequeña de Poo para queso de Cabrales. Antes renunció a la planta de yogures de Sevilla (2008), aunque ese mismo año compró otra de leche en Madrid.