Madrid, E. PRESS / Efe

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, coincide con los sindicatos UGT y CC OO en que la reforma laboral aprobada por el PP «altera la convivencia», ya que rompe el equilibrio de la negociación colectiva en vigor desde la aprobación de la Constitución.

Pérez Rubalcaba afirmó, tras reunirse con UGT y CC OO, que el PSOE está estudiando la posible inconstitucionalidad de algunos elementos de la reforma laboral, aunque matizó que sólo acudirá al Tribunal Constitucional si hay «razones sólidas».

Entre las causas que podrían llevar a los socialistas a adoptar esta vía, Rubalcaba citó «dos elementos de preocupación»: el «abaratamiento del despido» y la «ruptura del equilibrio» existente hasta ahora en la negociación laboral entre trabajadores y empresarios.

El abaratamiento del despido, dijo, creará «más desempleo» y máxime al coincidir con una previsión de recesión. Además, dijo, se rompe a favor de los empresarios el equilibrio en las relaciones laborales, que «existía desde la aprobación de la Constitución» y que constituía el «nudo gordiano» de las relaciones laborales. «Los empresarios ganan poder y de qué manera en relación a los trabajadores», dijo Rubalcaba, quien alertó de que su ruptura puede hacer peligrar «la paz social» que «también es», dijo, un factor de «productividad y competitividad».

Rubalcaba denunció que el nuevo contrato indefinido para emprendedores, que «hubiera podido ser una buena idea», «se ha pervertido» al incluir un periodo de pruebas de un año, tras el cual el joven puede ser despedido «sin un euro de indemnización». «La tentación de un empresario de sustituir a los 364 días a un trabajador sin que le cueste un euro es enorme. Los empresarios pasarán a este tipo de contratación todos los contratos temporales actuales, que sí tienen indemnización. La consecuencia de este contrato es que es un mecanismo de incentivación del despido libre», sostuvo.

Rubalcaba reprochó que la inclusión de beneficios fiscales para quienes contraten jóvenes de hasta determinada edad, y a los que sólo puedan acogerse empresas de medio centenar de trabajadores y que se pueda aplicar parte del paro como salario llevarán a una «discriminación» de unos parados frente a otros. «Siempre se elegirá al desempleado que tiene ventajas adicionales», dijo Rubalcaba.