Avilés,

Amaya P. GIÓN

La multinacional tecnológica Computer Science Corporation (CSC) ha multiplicado por veinte su plantilla desde 2003, cuando se hizo cargo de los servicios informáticos de la también estadounidense Du Pont. En unos tiempos en los que escasean las buenas noticias desde el punto de vista económico, con recortes en algunas de las multinacionales asentadas en Asturias, CSC pone la cara amable entre tanta cruz de la crisis. La compañía ha alcanzado los 551 empleos, espera cerrar el año con más de 600 gracias a dos nuevos proyectos y no descarta alcanzar los 800 a corto plazo. La empresa asentada en Avilés, líder mundial en servicios de Tecnologías de la Información (TI), navega a contracorriente y capea una coyuntura económica harto complicada. ¿Cuál es su secreto?

El año 2003 marcó el milagro de CSC en Asturias. Tras asumir la compañía los servicios informáticos de Du Pont, empezó a crecer y a desarrollar proyectos no sólo para Asturias, sino también para Europa. La química y la tecnológica ampliaron entonces su acuerdo, una alianza que benefició a ambas y también a Asturias. Du Pont decidió por aquellos años concentrar en sus instalaciones de Tamón una serie de servicios tecnológicos que tenía dispersos por otras partes del mundo, un trabajo que encargó a CSC. La multinacional de Tamón conseguía así reducir costes y cumplir uno de sus compromisos con la región: atraer nuevas firmas y empleo. Para Computer Science Corporation el negocio también resultó redondo, ya que Du Pont se convirtió en su «cliente tractor» para poner en marcha el actual Centro de Servicios Avanzados de Tecnologías de la Información de Asturias. Ambas compañías suman a día de hoy más de 1.850 puestos de trabajo.

Fue en 2008 cuando CSC Asturias, bajo la dirección del avilesino Jesús Daniel Salas, se encontró con la necesidad de buscar una nueva ubicación. Cuando los efectos de la crisis empezaban a hacer estragos en el tejido empresarial de la comarca, CSC superaba los 300 empleos y ultimaba su traslado provisional al centro de empresas La Curtidora; fue el paso previo a su implantación en el parque empresarial de la ría de Avilés.

La firma tecnológica, con raíces en Falls Church (Virginia), también pasó su crisis, en los primeros compases del año 2009, cuando el mundo soportaba la gran recesión. «En 2009 teníamos unas 350 personas en plantilla y dejamos de crecer. Nos mantuvimos estables gracias a que los contratos con nuestros clientes suelen ser a muy largo plazo. Tras dos años de estabilidad volvimos a crecer en 2011, cuando cerramos el año con 142 personas contratadas».

La clave de ese crecimiento fue la internacionalización. El complicado contexto económico llevó a muchas empresas a aplicar medidas de reducción de costes, como la externalización de servicios. CSC se benefició de esa necesidad y la compañía decidió concentrar más trabajo en Asturias, uno de los centros más competitivos de la multinacional hasta tal punto que el Principado es considerado para la firma informática como una especie de India europea. «El centro de Asturias plantea ventajas respecto a India, donde los servicios se prestan exclusivamente en inglés. Los clientes europeos quieren recibir los servicios en su idioma y en su tramo horario. Además, las leyes de protección de datos obligan a que cuando existe tratamiento de datos personales, los trabajos tienen que ser realizados desde la Unión Europea. Todo el trabajo en el que se tratan datos personales no pueden ser prestados desde India», explica el responsable de la multinacional en Asturias.

Pero, ¿cuáles son esos servicios que presta la compañía desde el Centro de Servicios Avanzados de Tecnologías de la Información del polo tecnológico avilesino? CSC oferta todo tipo de soluciones de negocio, de tecnología y de externalización de servicios a las empresas. Jesús Daniel Salas explica los dos primeros productos con un ejemplo: «Una empresa nos pide, por ejemplo, un sistema de gestión económico financiero. Lo primero que hacemos es una consultoría para conocer todas los requerimientos de nuestro cliente y desarrollamos un sistema o programa personalizado. Instalamos ese programa en los ordenadores, gestionamos los servidores que albergan toda esa información y aseguramos que todo eso funcione, incluyendo el mantenimiento y el control de todo el sistema».

En cuanto a los servicios de externalización, se basan en la transferencia de personas y de activos (servidores, ordenadores, el sistema informático...) de una empresa a CSC. Salas lo aclara con otro ejemplo: «Una multinacional tiene varios centros de proceso de datos en Europa. Nosotros los centralizamos en una única ubicación y gestionamos todo el sistema. Eso implica una bajada tremenda de costes para el cliente que, además, gana en innovación, ya que les ofrecemos otros muchos servicios».

El centro de CSC en Avilés da servicio a 65 clientes en todo el continente europeo y se ha convertido ya en un referente para la compañía a nivel mundial. Ofrece servicios continuados 24 horas al día, siete días a la semana y en siete idiomas. El 85% del trabajo que desarrollan es para clientes extranjeros. La compañía que gestó su llegada a Asturias, Du Pont, es su tercer cliente (el 15% del total del trabajo que desarrolla el centro del parque empresarial). Por delante se encuentran la empresa Zurich Seguros y Renault. En cuanto a los clientes nacionales, lidera el ranking de clientes la multinacional Telefónica, mientras que el Principado de Asturias ocupa el segundo puesto.