Madrid, Agencias

La relativa tranquilidad vivida en las últimas semanas con la deuda soberana pareció esfumarse ayer. La prima de riesgo, que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán a diez años y el de su equivalente nacional, se disparó y sumó 23,2 puntos básicos en una sola jornada, hasta cerrar en 343 puntos, cuando había iniciado el mes en 300. La factura en la Bolsa fue un caída del 0,89% para el Ibex 35, arrastrado en gran medida por el retroceso de los bancos.

La causa se encontraba en las declaraciones del economista jefe de Citigroup, Willem Buiter, quien aseguró en una entrevista con Bloomberg que España está más cerca que nunca del impago. Los analistas apuntan que hay muy poca liquidez en el mercado y que la presión alcista también se explica por el hecho de que el Banco Central Europeo (BCE) dejara de comprar títulos españoles la semana pasada.

A primera hora del día la cámara de compensación LCH Clearnet había anunciado que suavizaba los requisitos que exige para aceptar como colateral deuda soberana española. Las condiciones las había recrudecido en el momento más duro de la crisis de deuda soberana, lo que había hecho que la prima de riesgo se hubiera disparado.

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, ha reclamado a los países de la eurozona que dispongan de un fondo «al menos un billón de euros» para evitar un contagio de los problemas de Grecia países como España y Portugal. «Tenemos que construir la madre de todos los cortafuegos. Cuanto más grande y más impresionante sea, menos probable será que lo necesiten», incidió Gurría en una entrevista.