Mieres / Langreo,

C. M. B. / M. Á. G / D. M.

Los sindicatos tuvieron ayer el viento a favor en las Cuencas y los aires huelguistas, como ya es costumbre, barrieron en los valles mineros casi por completo la actividad laboral. La quietud se instaló en las poblaciones. Los pozos echaron el candado. El comercio y la hostelería cerraron casi por completo, mientras que en los polígonos industriales la presencia de los piquetes disuadió a la mayoría de quienes a primera hora de la mañana habían acudido a sus puestos de trabajo. El seguimiento, según destacaron las propias centrales convocantes, fue «casi total». En cuanto a los incidentes, hubo cortes ferroviarios en el valle del Nalón. Hubo también puntuales cortes de tráfico en el Corredor, a la altura de Sotrondio. Dos jóvenes fueron detenidos tras enfrentamientos verbales con la Policía Nacional. Uno de los implicados, arrestado cerca del pozo Sotón, era menor de edad. En el Caudal, la jornada se saldó sin incidentes reseñables.

La huelga tuvo ayer un seguimiento muy alto en las Cuencas. El responsable de CC OO en el Nalón, José Manuel Zapico, reseñó que «el paro ha sido masivo y hemos dado un primer paso para que el Gobierno asuma cambios en la reforma laboral». José Manuel Camporro, de UGT, también se mostró satisfecho: «El seguimiento ha sido óptimo y es de agradecer el nivel de concienciación que ha demostrado tener la ciudadanía».

En Sama y La Felguera, el paro en el comercio y la hostelería fue casi total. Muchos establecimientos colgaron en sus escaparates carteles de apoyo a la huelga. En Mieres tampoco hubo ayer actividad comercial, aunque las misivas de respaldo a los sindicatos no fueron tan abundantes. En los polígonos sí hubo movimiento, aunque los sindicatos hicieron que muchos trabajadores reconsideraran su intención inicial de acudir al trabajo. En varios parques empresariales, como los de Caborana, La Central o Riaño, se colocaron barricadas.

En la Administración pública el seguimiento fue menor. En Mieres, el momento de mayor tensión se produjo a media mañana, cuando alrededor de medio centenar de huelguista accedieron a Hacienda, exigiendo el cese de la actividad laboral. Finalmente, las instalaciones se clausuraron al público. En el Ayuntamiento trabajó «media plantilla». Lo tuvieron que hacer bajo llave, ya que la Policía Local cerró las puertas del Consistorio para evitar incidentes.