Oviedo, M. MARTÍNEZ

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, reclamó ayer a Arcelor-Mittal que ejerza de motor para atraer a la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) empresas transformadoras, aunque también matizó que «lo primero que hay que solucionar son sus accesos, a la propia zona logística y de ésta con El Musel». En este marco, el líder de los empresarios asturianos advirtió de que la disciplina fiscal impuesta desde Madrid provocará que el próximo Gobierno regional tenga un margen de maniobra «muy reducido», lo que puede repercutir en el desarrollo de la ZALIA.

García Vigón defendió la necesidad de desarrollar este área logística porque se trata, afirmó, de un proyecto de «vital interés y complementario» de los dos grandes puertos regionales del que se puede beneficiar especialmente Arcelor-Mittal.

Según el presidente de la patronal asturiana, «a nivel mundial es raro encontrar una zona logística con una acería y un puerto en cada uno de sus extremos», lo que supone una enorme ventaja competitiva. Pero también añadió que, precisamente por eso, hay que orientar y seleccionar el tipo de industria que se instale en ella: transformación del acero y manufactura de grandes piezas cuyo transporte se tenga que hacer por mar debido a sus dimensiones.

Vigón, que clausuró una jornada empresarial sobre seguridad y salud laboral, rechazó referirse a la polémica suscitada por el incremento de las tasas portuarias en El Musel, y se limitó a indicar: «No voy a echar más leña al fuego en ese tema. Todo lo que repercuta en la entrada y salida de productos influye en la competitividad de las empresas». Tampoco quiso posicionarse respecto al abandono de la fábrica de Santa Bárbara en La Vega para concentrar la producción en Trubia al tratarse de «decisiones empresariales». Sí insistió en la necesidad de que Asturias cuente lo antes posible con un Gobierno «fuerte y estable».