Oviedo, José Luis SALINAS

La nueva normativa para aflorar el empleo sumergido de las empleadas domésticas no está cumpliendo con las expectativas. Así lo señaló ayer Laureano Álvarez, subdirector provincial de gestión recaudatoria en Asturias de la Tesorería General de la Seguridad Social, durante una charla en Oviedo para explicar el nuevo sistema que regula este tipo de trabajos. Según las últimas cifras de la Seguridad Social, en la región sólo se han regularizado, entre enero y mayo, 730 empleos vinculados al trabajo doméstico y que hasta ahora no constaban en las estadísticas de la Seguridad Social. Son cifras muy alejadas de las expectativas que manejaban los sindicatos y el anterior Gobierno. Antes de la reforma se calculaba que había más de 8.000 empleadas domésticas que no cotizaban en la región y que podían regularizar su situación.

A principios de este año entró en vigor un decreto pactado entre el anterior Gobierno central y los sindicatos que regula el trabajo de las empleadas domésticas con la intención de equiparar sus cotizaciones y derechos a los de los trabajadores del régimen general. La normativa estableció que todos los empleados debían estar asegurados desde la primera hora de trabajo y disponer de un contrato por escrito y otros derechos, obligaciones que no existía hasta entonces, lo que había alimentado la existencia de decenas de miles de personas trabajando sin cotizar a la Seguridad Social.

Ante esa situación se dio a las familias empleadoras un período de seis meses para comenzar a cotizar por las trabajadoras domésticas a la Seguridad Social y adaptarse a la nueva normativa, un proceso que implica un coste y cuya tramitación ha generado además confusión y también reticencias de las propias trabajadoras.

¿Qué ha ocurrido en este tiempo? Laureano Álvarez explicó, durante la charla organizada por el Observatorio de la Inmigración de Asturias (Odina), que «las afiliaciones no han crecido como se esperaba». «Había estimaciones que aseguraban que en la regulación haría aflorar hasta 700.000 empleos sumergidos en España, unas cifras muy optimistas», añadió. Desde que comenzó el año, en España tan sólo han aflorado poco más de 24.000 empleos vinculados al trabajo doméstico. «Esperemos que en las semanas que quedan la cifra suba», señaló Alvarez.

La reforma también implicó que las trabajadoras ya de alta en el régimen especial del hogar pasaran al régimen general. En Asturias existen 6.982 trabajadores domésticos que cotizan, en su gran mayoría mujeres inmigrantes, y aún hay 3.720 empleadas que no han cambiado de régimen.

Durante la charla, alguno de los asistentes se quejó de las exigencias que la nueva normativa recoge para los empleadores. «Se nos está pidiendo que actuemos como empresarios pero sin contar con las bonificaciones de las que éstos disfrutan», aseguró una de las participantes en la conferencia. Una de las principales novedades es que aquel que contrate o tenga ya a su cargo a una empleada doméstica tiene que darla de alta en la Seguridad Social desde la primera hora.

Algunas de las empleadas que siguieron la charla cuestionaron también cómo iban a realizarse las subidas de salarios que deben aplicarse. Según las explicaciones de Laureano Álvarez, son frecuentes los casos de trabajadoras domésticas que son remisas a ser dadas de alta en la Seguridad Social por temor a perder pensiones que cobran o recibir salarios inferiores.