l Recaudación

El drama español es que, junto a un aumento del coste del paro hasta los 35.000 millones anuales y unos intereses de la deuda que consumirán otros 38.000 millones en 2013, la recaudación fiscal española se derrumbó en casi 70.000 millones. Éste es el hecho crucial y diferenciador del país. La caída de la recaudación es «un drama nacional», dijo Montoro el 19 de julio. Mientras en la zona euro los ingresos estatales se han mantenido a lo largo de la crisis entre el 45,3 y el 44,7% del PIB, en España -y a causa del «pinchazo de la burbuja», de la asfixia de la economía por el gravísimo endeudamiento privado y del aumento de la actividad sumergida-, los ingresos tributarios cayeron del 41,1% del PIB en 2007 al 35,1% en 2011. La recaudación fiscal de España en 2011 fue la más baja del «mundo desarrollado» (Montoro, 19 de julio de 2012) y su desplome sólo lo superó Bulgaria (Eurostat). «El problema más importante es que no hay ingresos», dijo Rajoy en Nueva York el 24 de septiembre de 2012).

l Deuda privada

La opinión pública española lleva cinco años focalizando el hecho singular y diferencial de la crisis española en el endeudamiento público (pese a que es 20 puntos inferior a la media de la eurozona) y omitiendo que el problema gigantesco de España está en el sector privado: la deuda pública española suma hoy 817.000 millones (0,8 veces el PIB). La deuda privada es de 2,051 billones (más de dos veces el PIB). De esta cifra, 1,2 billones son deuda empresarial. Pero la deuda de las familias también supera a la estatal. El ministro de Economía, Luis de Guindos, aludió por vez primera a la deuda privada como principal problema de España el 23 de julio de 2012 en el Congreso. Pero la reconoció de verdad como desencadenante principal de la crisis específica española el 4 de octubre en una reunión en Londres con economistas de la London School Economics: «El problema lo ha causado la deuda del sector privado», dijo.

l Prima de riesgo

Se dice que España tiene mayor prima de riesgo que otros países a causa del Estado de sus arcas públicas. Pero la prima mide la capacidad de pago del país con el exterior una vez que esto no puede expresarse con el tipo de cambio de una moneda de uso sólo nacional. El problema, por tanto, es la deuda externa. El Gobierno lo reconoció a partir de mayo. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo dijo el 1 de mayo, el 20 de junio y el 23 de octubre de 2012 y Luis de Guindos lo afirmó el 23 de julio de 2012. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, ya lo había dicho el 16 de noviembre de 2011.

l Deuda externa

De la abultada deuda externa española (1,8 billones, equivalentes al 180% del PIB), y que se fue acumulando en los últimos decenios, el 85% es privada. La deuda pública supone el 15%. El origen fue el grave endeudamiento de bancos, empresas y familias, que convirtieron a España en demandante de ahorro externo masivo y en importador neto de bienes con un déficit exterior acumulado durante años. En los años de bonanza, España llegó a tener uno de los mayores déficits externos del mundo.

l Corregir el déficit

Si corregimos el déficit público saldremos de la crisis, se afirma con insistencia. Pero el equilibrio presupuestario resolvería en parte la crisis de deuda soberana que arrancó en 2010 a causa de Grecia, pero no la crisis financiera y de la economía real que estalló en 2007 en EE UU y en Europa en 2008. Lo escribió De Guindos el 25 de octubre de 2009, antes de ser ministro: «La salida de la crisis no se producirá hasta que se saneen los balances de las familias, las empresas y los bancos y hasta que no se elimine la sobrevaloración de la vivienda».

l El Estado, como una familia

El aserto de que la gestión económica del Estado y su control es igual al de una familia es uno de los que más repetidos. Pero es otro gravísimo error de enfoque. Una familia ahorra tanto como reduzca sus gastos porque el recorte de sus desembolsos no afecta a sus ingresos. Pero un Estado que recorta gastos e inversiones disminuye también sus ingresos porque su austeridad recorta el crecimiento económico y por ello su recaudación fiscal. Además, puede aumentar sus gastos en desempleo. Es lo que se conoce como multiplicador y divisor fiscal. Aunque su cálculo difiere según épocas y territorios, el FMI acaba de estimar que por cada euro que recorta el Estado, la actividad económica retrocede 1,5 euros.

l No habrá empleo con déficit

Otra idea falsa es que «España nunca ha creado empleo con déficit público». Este argumento lo han repetido muchos políticos, entre ellos Alfonso Alonso en el debate de presupuestos en el Congreso el 25 de abril de 2012. Pero en casi 40 años de democracia, España siempre estuvo en déficit fiscal, salvo en 2005, 2006 y 2007. Sin embargo, fue un país con una alta tasa de generar empleo. Entre 1985 y 1992 pasó de 11 a 13 millones de ocupados y, tras la recesión de 1992-1993, saltó de los 12 millones de ocupados en 1993 a 22 millones en 2007.

l Crisis de cajas y políticos

La tesis de que la crisis financiera sólo afectó a las cajas, y que ello fue debido a la presencia de políticos en sus órganos es una verdad sesgada. La crisis financiera nació en la banca privada de EE UU. Tras dejar quebrar a Lehman Brothers, EE UU. y Europa se dedicaron a salvar bancos privados. En la UE fueron rescatados 760 desde 2008. En España hubo bancos privados salvados por otros bancos y hay cajas con niveles de solvencia superiores al grueso de la banca europea. Muchas cajas sanas fueron arrastradas por fusiones con otras dañadas. Las cajas sucumbieron más porque eran más, crecieron mucho más en los años de la euforia y no tenía capacidad jurídica y societaria para ampliar capital, como sí hicieron los bancos. Aunque se expusieron más al riesgo inmobiliario, el porcentaje de morosidad de las cajas a fines de 2011 sobre el total de su cartera de créditos era prácticamente igual a la de los bancos. (Desde 2012, al transformarse en bancos, el Banco de España ya no desagrega la morosidad entre bancos y cajas).

l Las ayudas a la banca

El coste del rescate de la banca española es, en contra de la creencia general, menor que la mitad del coste europeo de salvamento bancario. La UE lleva invertido en rescatar bancos el 12% del PIB de los 27 países. España ha dedicado a ese fin desde 2009, el 5,3% (Datos de la Comisión Europea de Competencia el 20 de diciembre pasado).