La mayoría del comité ejecutivo de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) pidió ayer a su presidente, Severino García Vigón, que renuncie al cargo, al considerar que su continuidad puede dañar a la institución por los problemas que arrastran sus empresas, entre ellos una querella por fraude fiscal. En cambio, también ayer, la mayoría de la cúpula de la Cámara de Comercio de Oviedo, asimismo presidida por García Vigón, expresó su confianza en el veterano directivo. Con ese panorama de fondo, el líder de la patronal anunció que se toma «unas fechas» para decidir su futuro, tiempo indeterminado en el que, según sus explicaciones, tratará también de resolver el pago de una deuda tributaria que ronda los 500.000 euros y de desactivar el proceso penal en marcha.

Severino García Vigón convocó a petición propia a los comités ejecutivos de las dos organizaciones que preside para dar explicaciones acerca de los problemas de sus empresas, en particular de las denuncias por defraudación en el pago del IVA que, a instancias de la Agencia Tributaria y de la Fiscalía, instruye un Juzgado de Oviedo. Vigón había citado al comité de FADE a las 13.00 horas y al órgano homónimo de la Cámara media hora después.

La tensa cita de la patronal duró unas dos horas y Vigón se encontró en ella, según reconoció luego ante los informadores, un movimiento mayoritario a favor de su dimisión que no esperaba. En el comité de la Cámara de Comercio García Vigón recuperó aliento. Salió de la reunión descartando una dimisión inmediata y anunciando un período de reflexión que justificó «en aras de buscar la unidad y el consenso». En un plazo que no concretó, pero que podría prolongarse varias semanas, el líder de la patronal expondrá su determinación de dimitir o de continuar en el cargo ante la junta directiva de FADE y ante el pleno de la Cámara, los órganos que, remarcó García Vigón, tienen facultades decisorias. No las poseen los comités ejecutivos, donde ayer quedó al aire la división que el caso ha provocado en la cúpula empresarial asturiana.

l La reunión en FADE fue larga, intensa y muy participativa. En el debate primó el criterio de quienes, haciendo abstracción del reconocimiento a la persona y a la labor de Vigón, abogaron por una renuncia inmediata. Ésta fue la petición del comité ejecutivo. Aunque este órgano no tiene facultades para imponer el relevo del presidente (lo que corresponde a la junta directiva y a la asamblea), la mayoría del comité (el núcleo más cercano al presidente en el gobierno de la federación empresarial) reclamó a García Vigón que formalizase la dimisión ayer mismo.

Según personas que participaron en la reunión de FADE, la decisión se tomó por mayoría, aunque «no fue aplastante», tras analizar «numerosas consideraciones» y todos los factores y las circunstancias que concurren en el caso. «Nadie cuestionó la labor hecha hasta ahora por García Vigón al frente de la patronal», dijeron medios empresariales, «pero ahora se trata de resolver otra cuestión», en referencia al problema judicial sobrevenido en una de las empresas familiares del presidente de FADE. García Vigón se ausentó de la reunión mientras los demás miembros del comité fijaban su posición.

De los dieciséis miembros del comité ejecutivo, uno no acudió a la reunión extraordinaria de ayer (Nicanor Fernández, representante de HC). Otro, el empresario Manuel García Arenas, de García Rodríguez Hermanos, escuchó la explicación de García Vigón y, acto seguido, se ausentó de la reunión.

l El comité ejecutivo de la Cámara ovetense lo integran once miembros, incluyendo a su presidente, Severino García Vigón. Hay cinco personas que están a la vez en la Cámara y en la FADE: Ignacio Núñez Rodríguez-Arango (Los Álamos y Confederación Asturiana de la Construcción), Alejandro Fernández (Alimerka), José Luis Álvarez Almeida (Hostelería de Asturias), Manuel García Arenas (García Rodríguez Hermanos) y Nicanor Fernández (HC). Estos dos últimos no asistieron a esta reunión. Los otros tres mantuvieron la misma postura que en FADE, favorable a la dimisión de García Vigón, de modo que el aval para continuar en la Cámara salió adelante con los apoyos de los otros cinco miembros del comité ejecutivo.

Según una de las fuentes consultadas, en la Cámara no hubo una discusión intensa, como sí ocurrió en la patronal. Se escucharon las explicaciones del presidente y «hubo intercambio de opiniones y debate, y se informó de lo que había ocurrido en FADE, pero no debió ser una reunión tan tensa como en la patronal», afirmó otra de las fuentes. «Si no hubieran faltado Manuel García Arenas y Nicanor Fernández, con los votos igualados, la situación seguramente hubiera sido bien distinta», añadió.

García Vigón vino a decir después que para su decisión de no dimitir por el momento y de abrir un período de «reflexión» fue determinante el apoyo cosechado en la Cámara de Comercio: «Si hubiera habido coincidencia (con el comité de FADE), por supuesto que habría dimitido», declaró.